El alarmante sonido de una sirena se escuchó a las 10:12 de la noche del miércoles en la Cárcel Modelo, de Barranquilla. Algo estaba pasando para la ruidosa señal fuera activada. Una algarabía en la Unidad de Tratamiento Especial, UTE, confirmó que el caos quería apoderarse del establecimiento.
Minutos antes, los reclusos que estaban en el calabozo porque son catalogados como conflictivos iniciaron una riña. Según conoció EL HERALDO, en la UTE había seis reclusos, tres de ellos identificados como Miguel Bellido Saavedra, Miguel Ramos Otero y Brian Amador De la Hoz, serían los que se trenzaron en la pelea.
Fue tal la gresca que terminaron destrozando el calabozo, tumbaron parte de la pared, del techo y las rejas. Cuando los guardias que estaban de turno acudieron a atender la situación, fueron atacados a piedra, por lo que tuvieron que activar la alarma y pedir apoyo de los guardias que estaban descansando.
Los encargados de la cárcel usaron gases lacrimógenos y sus tonfas para dispersar a los reos y tomar control lo más pronto posible. Sin embargo, no pudieron evitar que dos de ellos resultaran con lesiones.
Ambos fueron trasladados a la enfermería del centro carcelario, pero Miguel Bellido Saavedra tuvo que ser remitido al Hospital General de Barranquilla debido a una herida en su pecho, motivo por el cual, al parecer, debió ser sometido a una operación, pero ya se encuentra fuera de peligro.
Las causas
EL HERALDO dialogó con Carlos Duque, director de la cárcel, quien descartó que se tratara de un intento de fuga. Según el funcionario, todo habría empezado porque un recluso que es paciente siquiátrico no se tomó sus medicamentos y en la noche habría tenido un episodio violento.
Sin embargo, fuentes allegadas a la cárcel manifestaron que, supuestamente, todo se trató de una vendetta por un tema de extorsiones. 'Uno de los reclusos extorsionó a una persona fuera de la cárcel, resulta que esa persona conoce a uno de los presos y le dijo lo que ocurría, entonces debido a eso se dio la agresión', precisó la fuente.
Duque dijo que la hipótesis de la extorsión no se había confirmado, pero precisó que en ese lugar estaban recluidos hombres catalogados como conflictivos.
Este medio conoció que los cinco hombres fueron enviados a ‘la jaula’, una celda que tiene la cárcel y que es utilizada transitoriamente para aquellos presos recién llegados, mientras se les ubica en los patios.
'Pero ese lugar no tiene baños. Esos reclusos conflictivos no pueden estar ahí, deben ser reubicados o trasladados mientras se reconstruye la UTE', dijo la fuente.
El director de la cárcel dijo que ya se están haciendo las gestiones para reubicar a estos cinco hombres y que ya se consiguió espacios adecuados para dos de ellos.