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Ni después de muerta se salva una persona de los atracadores. Es el caso que ocurrió este lunes en el municipio de Santo Tomás, donde desconocidos profanaron el cadáver del profesor universitario Félix Antonio Castillo Granados, de 73 años, quien murió en la clínica Bonadona, en Barranquilla, el pasado sábado 17 de febrero por complicaciones derivadas de la insuficiencia renal crónica que padecía.

Castillo Granados, quien era licenciado en matemática y física con una maestría, y había sido docente de la Universidad del Atlántico, fue velado en la casa de su familia en Santo Tomás y sepultado en el Cementerio del pueblo, pasadas las 5:30 de la tarde del pasado domingo, al otro día de la muerte.

Pero en la mañana de este lunes un trabajador del Cementerio, quien pidió mantener su nombre en reserva, manifestó que al llegar encontró que el ataúd había sido profanado, abierto, y el cadáver había sido ‘esculcado’, al parecer en busca de una cadena de oro.

'Parece que durante el velorio al señor le habían puesto una gruesa cadena de oro, pero al llevarlo al Cementerio se la retiraron y las personas que se metieron luego al cementerio para tratar de robársela no se dieron cuenta', explicó la fuente.

Agregó que la bóveda donde introdujeron el ataúd del ‘profe’, como le decían a Castillo Granados, queda en la parte más alta del mausoleo de la familia y por eso, y por la hora en que ser terminó el sepelio, no cerraron totalmente la tumba, esto habría facilitado que los delincuentes sacaran el féretro y registraran el cuerpo.