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De haber estado viva su madre, es muy probable que Margarita Isabel Mendoza Bolaños no se hubiera convertido en una estafadora a los 67 años.

Sin embargo, las difíciles condiciones económicas que padecía llevaron a que la mujer cometiera varios delitos que no solo le permitieron recibir más de 24 millones de pesos, sino que también le dejaron una condena de cuatro años y dos meses de detención domiciliaria.

Así lo determinó esta semana el juez Sexto Penal del Circuito de Barranquilla luego de que Margarita Mendoza fuese hallada culpable de cobrar con documentos falsos la pensión de su mamá fallecida

Después de muerta. Los hechos que llevaron a que la Fiscalía le imputara tres delitos a Margarita iniciaron en el año 2007 luego de que muriera su madre de 96 años.

En aquel entonces, Margarita era una ama de casa desempleada que terminó por decidir utilizar mecanismos ilegales para continuar recibiendo la pensión de su madre.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, la mujer se dedicaba a falsificar certificados de supervivencia o fe de vida de su mamá para lograr pagos por parte del Estado.

En su momento, dicho certificado era una especie de una prueba de la existencia del beneficiario de la mesada pensional ante las entidades del Sistema de Seguridad Social; y las personas de la tercera edad debían solicitarlo cada tres meses en notarías.

Es por ello que, con los documentos falsificados, Margarita logró cobrar 28 mesadas pensionales que correspondían a su mamá, entre 2007 y 2010.

Dicha pensión era de un salario mínimo mensual legal vigente de la época, aproximadamente $497.000 con sus respectivos aumentos anuales. A este valor, informó la Fiscalía, se le sumaban retroactivos y mesadas de mitad y fin de año, para un cobro total que superó los $24.000.000 en el periodo de tiempo señalado.

Notaron 'ALGO RARO'. Según la Fiscalía, la estafa que Margarita cometió por más de tres años al Estado fue denunciada por la Contraloría General de la República, luego de que Colpensiones hubiera informado de irregularidades en el caso de la madre de la denunciada, quien para 2010 hubiera cumplido 99 años.

A partir de ello, el caso recibió una asignación especial del fiscal General de la Nación y se inició una investigación que concluyó cuando la Fiscalía, desde Bogotá, le imputó a Margarita los delitos de estafa agravada, uso de documento falso, y falsedad en documento privado homogéneo, los cuales la mujer aceptó.

Con base en las pruebas presentadas por el ente judicial a lo largo del proceso penal, el juez emitió la condena que Margarita Mendoza Bolaños deberá pagar en su casa en Barranquilla hasta que cumpla 71 años.