Tres días después de la fuga de Aida Merlano, la Dirección de Investigación Criminal (Dijín) de la Policía Nacional hizo la solicitud formal ante Interpol para que fuera emitida la circular naranja en contra de la excongresista y, hasta la fecha, la notificación no aparece en la plataforma de la policía internacional.
Dicha petición, hecha hace 56 días, según fuentes de la Dijín 'no ha surtido efecto', y se presume que se deba 'a los trámites que se deben verificar' para que tal solicitud quede reseñada en la página de la Interpol y pueda ser capturada en 194 países que hacen parte del convenio con esta organización.
'La Policía radicó toda la documentación pertinente a la Interpol con sede en Lyon, Francia, para que sea emitida la circular naranja que sirve para alertar acerca de un acontecimiento, persona, objeto o procedimiento que supongan un peligro grave e inminente para la seguridad pública', dijo una fuente de la Policía a este medio.
Sin embargo, en el caso de Merlano la circular actuaría como una roja y no naranja, por ser una persona que estaba privada de la libertad, además de estar condenada 15 años por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante, en calidad de coautora, y tenencia ilegal de armas.
La exlegisladora, sentenciada por compra de votos, es buscada en todo el país, luego de que el primero de octubre se fugara de un centro médico en el norte de Bogotá.
Una lectura. Gabriel Orozco Restrepo, PhD internacionalista y director del doctorado Sociedad y Cultura Caribe de la Universidad Simón Bolívar, considera que la Interpol no ha emitido la orden, toda vez que 'pareciera no haber un interés claro y visible' por parte del Gobierno nacional para que la petición tenga efecto al no haber 'información de inteligencia' que la sustente.
'No ha hecho una elevación de petición en la medida en que considera que no es una presa o una prófuga que haya salido del país. No es una prioridad o un caso de máxima tensión para el Estado', dice Orozco Restrepo.
El especialista señala que el caso de Aida Merlano no es 'cualquier caso'. 'Es la punta de iceberg de un entramado de corrupción aún mayor, por el que se debía seguir investigando a otros políticos que dado a la cercanía del Gobierno no tiene, al parecer, mayor interés por parte de la Cancillería para hacer presión en la emisión de la circular roja'.
El pasado primero de noviembre este medio publicó una información en la que daba cuentas que autoridades colombianas presumían que la excongresista habría cruzado la frontera y se encuentra en el vecino país.
'Esa es una hipótesis que no se descarta, debido a que hay muchos pasos fronterizos ilegales hacia Venezuela. Los pasaportes hallados junto con la maleta también suponemos que iban a ser entregados a la excongresista en el país vecino', destacó la fuente.