Es muy probable que ninguna persona dude del peligro de andar con un explosivo en el bolso. Sin embargo, todo indica que Fidel Fernández Gutiérrez, de 31 años, no lo previó cuando decidió salir a la calle con una granada de mano de fragmentación escondida en un morral.
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Barranquilla, un ciudadano del barrio Las Moras, en Soledad, alertó en la mañana del jueves a las unidades del cuadrante sobre supuestas personas 'sospechosas' que se encontraban cerca al arroyo El Salao, que atraviesa este barrio.
Atendiendo el llamado, los patrulleros se dirigieron al lugar indicado y se encontraron con Fernández Gutiérrez, a quien abordaron para una requisa de manera preventiva en la carrera 22 con calle 58 del mencionado barrio.
Al revisar sus pertenencias, encontraron el artefacto explosivo en el bolso y, de inmediato, las autoridades procedieron a su captura por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, municiones y explosivos.
Los policías trasladaron a Fernández Gutiérrez a la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía para su respectiva judicialización.
Un incidente del pasado. Esta no sería la primera vez que Fernández es judicializado, pues en 2016 habría estado pagando una pena de casa por cárcel, misma época en la que tuvo una riña en su residencia, donde recibió dos puñaladas de parte de su padreen medio de la discusión.
En su momento, el padre de Fernández aseguró a medios de comunicación que el reiterado 'comportamiento irresponsable y agresivo' de su hijo le habría provocado tanta ira que terminó por darle dos puñaladas, una en el pecho y otra en el abdomen. Esto durante una discusión en la que ambos se habían agredido verbalmente.