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Cabizbajo y callado entró Abel Javier Castellar a la sala de audiencias 4 del Centro de Servicios Judiciales en la tarde de este martes para el juicio por el asesinato de su padre. Orlando Domínguez Coronado fue apuñalado en el cuello a las 5 de la mañana del lunes primero de enero en la calle 17 con carrera 21, del municipio de Candelaria.

'Los patrulleros observaron a un gran grupo de personas conglomerados en la dirección y señalaron a Abel Castellar como el responsable de haber herido a un hombre que sería su padre', declaró el fiscal 28 durante la audiencia de imputación de cargos.

Al parecer, la comunidad y su familia lo habrían agredido antes y después de que cometiera el atentado contra su familiar. 'Mi papá (de crianza) y unos vecinos me pegaron con palos, puños y patadas porque maté a mi papá (biológico). Estaba borracho, me pegó un coñazo y yo lo maté', declaró ante las autoridades el indiciado al momento que era atendido en Medicina Legal para valorar las heridas que había tenido por la mencionada agresión.

El arma con la que habría matado a Orlando Domínguez es un cuchillo de 25 centímetros de mango verde.

Orlando Domínguez, según contó su hija a EL HERALDO, había vivido durante 20 años en Venezuela y había retornado el pasado mes de agosto.

'El problema fue que no le dio los apellidos', dijo en su testimonio la madre de la víctima y abuela del victimario.

La Fiscalía le imputó le delito de homicidio, que comprende una posible condena que oscila entre los 17 a 37 años de prisión. Abel Castellar se allanó a los cargos y aceptó su participación en lo ocurrido.

El juez decidió darle medida de detención intramural pero no especificó en qué cárcel pues, debido al hacinamiento, se debe verificar con el Inpec para buscar un cupo.