José Manuel Chiquez Rojano, el vendedor de chance de la empresa Supergiros asesinado la noche del martes en Costa Hermosa era oriundo de Caracas, Venezuela, y tenía un año en el país.
Eso contaron este miércoles Íngrid Rojano y Dilia Sandoval, madre y tía de la víctima.
Las mujeres, apostadas en el Instituto de Medicina Legal, señalaron que José Manuel, ingeniero de sistemas de profesión, había dejado su tierra por la ya conocida crisis y que se había refugiado con su pareja en el barrio Vista Hermosa, también situado en Soledad.
Tenía más de 6 meses laborando en Supergiros, trabajo que había conseguido para solventar sus necesidades y las de su pareja, en estos momentos con siete meses de embarazo.
Frente al asesinato, Dilia Sandoval expresó: 'Los tipos llegaron y como estaba enrejado el puesto metieron el arma por la ventanilla y le dispararon a quemaropa y se fueron'.
'La dueña del establecimiento había recibido tres amenazas pero no se lo había comunicado a él. 'Nunca le dijeron nada y hasta ayer tenía plazo de pagar la cuota. Él no sabía pero ayer una compañera nos contó que las amenazas eran por escrito y la dueña no pagó ayer', agregó Sandoval.
Por su parte, Ingrid Rojano, madre de José Manuel Chiquez Rojano, dijo: 'Yo le había dicho: hijo salte de ese trabajo que no te conviene por los comentarios que he escuchado de esa empresa que no le da protección a los trabajadores. Mi hijo no tenía que pagar algo en lo que él no tenía que ver'.
'Pido justicia, de repente nos escapamos de la justicia humana pero no de la justicia divina es grande y sé que dios es justo y así como a mí me quitaron a mi hijo sé que varias personas de Supergiros han atravesado la misma situación y están pasando por este dolor'.