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Luego de la recaptura en Maicao y la reclusión en la Penitenciaría de El Bosque, en Barranquilla, de Bayron Palacio Hernández, el violador de menores conocido como el Monstruo de La Sierrita, queda latente el compromiso de las autoridades de agilizar la investigación por el último caso por el que fue denunciado.

La misma Fiscalía en Barranquilla anunció la semana pasada, en medio de la polémica nacional por la fuga del delincuente de la prisión domiciliaria que le concedió una juez de Sincelejo, que recaudaría el material probatorio suficiente para procesarlo cuanto antes.

En su momento el director seccional de fiscalías de Barranquilla, Wilder Guerra Millán, informó que a más tardar el viernes (24 de julio) ya contarían con los elementos necesarios para dictarle orden de captura por la nueva denuncia de violación de un niño que se habría registrado el 23 de junio.

Fuentes allegadas a la investigación reportaron ayer que la Fiscalía está a la espera de los resultados de las pruebas que Medicina Legal le ha practicado a la ropa del menor que presuntamente fue víctima de acceso carnal violento por parte de Palacio.

Con base en estos exámenes el ente acusador le estaría imputando cargos esta misma semana en la Penitenciaría de El Bosque. Sobre Palacio Fernández pesan cinco condenadas por acceso carnal violento, una de las cuales cumplió en Cúcuta.

El último caso, registrado cuando el delincuente ya tenía el beneficio de prisión domiciliaria, se presentó al mediodía, según familiares y vecinos del menor que reside en el barrio La Sierrita.

El ataque guarda similitudes con los siete que cometió entre 2007 y 2008; a los niños los engañó prometiéndoles dinero o una bicicleta como la que él manejaba, para luego trasladarlos a zonas enmontadas.

El menor aparentemente agredido en este último caso estaba jugando cuando el violador se le acercó y lo convenció de ir con él. Lo trasladó a un sector cercano a la urbanización Las Gardenias, y lo agredió, según la denuncia.  

A las 2 de la tarde, el menor apareció en un bus de la ruta María Modelo. Lloraba, estaba asustado, y relató a familiares y vecinos lo ocurrido. Poco después, la gente del barrio intentó linchar al delincuente, y la Policía lo protegió por lo que huyó de Las Gardenias, donde estaba residiendo. 

Opiniones sobre el caso. Frente al caso de Palacio, el abogado cordobés Abelardo de la Espriella señaló a este medio que 'a pesar de que existe una clara prohibición legal que impide que quienes atentan contra la integridad física y sexual de los menores de edad obtengan cualquier tipo de beneficios jurídicos, lo cual no es muy ortodoxo desde la óptica constitucional, el Monstruo de La Sierrita, con varias condenas a cuesta y con la ‘bendición’ de un fallo judicial, se fue a su casa y cada tanto salía a desgraciarle la vida a una criatura inocente'.

A su vez, el director del Colectivo Opción Jurídica, el barranquillero Arturo Mojica, quien defiende varias víctimas de violencia sexual por parte de grupos paramilitares, le dijo a esta casa periodística que 'delitos como estos, que sobre todo tienen que ver con menores de edad, deben ser castigados de una manera ejemplar, y para el caso concreto del Monstruo de La Sierrita hay que pensar que aunque esta persona tiene una enfermedad, debía analizarse por parte del juez si evidenciaba algún peligro para la comunidad, y creo que a nuestro sistema de justicia le hace falta que casos como estos puedan ser estudiados también por la siquiatría y la sicología, para saber si van seguir delinquiendo y reincidiendo'.

Para Mojica, además, es claro que 'los derechos de los menores están sobre cualquier otro derecho'.

En opinión de la sicóloga del Centro para el Reintegro y Atención del Niño, Cran, María Cristina Buitrago, nunca debió otorgársele casa por cárcel a Palacio 'porque muestra un comportamiento sociópata, y cuando una persona tiene esta condición la posibilidad de vivir en comunidad no existe, además porque conocemos cómo funcionan en este país las casas por cárcel, donde iba a tener un acceso fácil a sus víctimas'.

Advierte Buitrago, así mismo, que 'los derechos de los niños deben primar en cualquier situación'.