Bayron Palacio Fernández, el confeso violador llamado el Monstruo de La Sierrita, no vive en la dirección en la que una juez le concedió casa por cárcel, en el suroccidente de Barranquilla.
'Es procedente conceder la sustitución de la ejecución de la pena en su residencia, en (...), barrio Cordialidad, donde podrá gozar de la atención y el cuidado familiar que requiere', dispuso el fallo.
EL HERALDO reveló en su edición anterior el beneficio otorgado a Palacio, de 49 años. La decisión fue proferida el 2 de marzo pasado por la juez de ejecución de penas y medidas de Sincelejo, Lía Escudero Barboza.
Las investigaciones del CTI fueron la base de las condenas que distintos juzgados de Barranquilla le impusieron por el delito de acceso carnal violento con menores.
Los testimonios y análisis forenses de víctimas corroboraron los abusos ocurridos entre 2007 y 2008 en los barrios Las Malvinas, El Bosque y La Sierrita. De ahí que las autoridades le apodaron el Monstruo de La Sierrita.
ENFERMEDAD GRAVE. Escudero basó la decisión en un dictamen de Medicina Legal, que diagnosticó a Palacio 'tuberculosis pulmonar multirresistente a fármacos, con dificultad respiratoria leve y tos persistente'.
El concepto médico, elaborado el 15 de julio del año pasado, concluyó que el condenado tiene 'un estado grave de enfermedad o enfermedad muy grave incompatible con la vida en reclusión formal'.
Y advirtió del 'riesgo de adquirir la enfermedad' para 'personas hacinadas o muy cercanas al evaluado, ya que necesita de un aislamiento respiratorio estricto'.
Palacio estaba privado de la libertad desde agosto de 2008, cuando investigadores de la Policía y el CTI lo capturaron en un sector del barrio El Bosque. Un juez ordenó su detención en la Cárcel Modelo, donde permaneció mientras fue juzgado y condenado.
Este diario intentó comunicarse con voceros del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), para saber por qué Palacio fue trasladado a la cárcel de La Vega, en Sincelejo, pero no fue posible.
La abogada de Palacio presentó la solicitud 'de sustitución de prisión intramural por prisión domiciliaria' ante el mencionado juzgado, debido a su estadía en el reclusorio de la capital de Sucre.
En un recorrido, EL HERALDO corroboró ayer con familiares de Palacio Fernández que nunca ha vivido en la dirección que su defensora dio para que cumpliera con la casa por cárcel.
Edme Fernández Gamarra, tío de Palacio y dueño del domicilio, así lo aseguró. 'Él no vive aquí; dio la dirección para que lo ubicaran'.
La juez Escudero resolvió también que el control de la prisión domiciliaria al reo está a cargo del Inpec, que además debe hacer 'un control periódico e informar al despacho del cumplimiento'.
Fernández, sin embargo, afirmó que su sobrino nunca llegó a la vivienda conducido o acompañado por funcionarios. 'Vino él solo, como tres veces, pero en últimas dejó de venir, ya tiene como dos meses que no viene'.
La dirección que aparece en la decisión tampoco es jurisdicción del barrio La Sierrita, sino de Cordialidad.
NO ESTÁ EN LA CIUDAD. Este diario también localizó a la expareja de Palacio, madre de sus dos hijas. Bajo reserva de su identidad, 'por miedo a problemas y a que la sigan discriminando', aseguró que el sentenciado contrajo la tuberculosis en la cárcel.
La mujer coincidió además con Fernández en que su exmarido no habita el domicilio del beneficio. 'Yo sé que aquí no está y mucho menos en Barranquilla, con tanto problema'.
Los líos de Palacio reaparecieron el 23 de junio anterior. Desde ese día, vecinos lo señalan de haber abusado de un niño, en una zona enmontada de la avenida Circunvalar con la vía Cordialidad. (Ver: Investigan nueva denuncia por abuso).
Su excompañera vivía en Las Gardenias, proyecto habitacional del Gobierno, cuando Palacio recibió la prisión domiciliaria. Allí le ofreció hospedaje, hasta que habitantes de la urbanización se percataron de que su vecino era el Monstruo de La Sierrita.
'Por medio de la administración lo querían sacar; a la final es una persona que no es útil para la sociedad, lo discriminan donde quiera que vaya; él lloraba y decía que quería que lo ayudaran, que no estaba haciendo nada', contó.
Entre varias personas golpearon a Palacio, quien no fue linchado por intervención de patrulleros y agentes antidisturbios de la Policía. 'Lo entregué porque dije: si ha hecho algo, no me importa que esté enfermo, y se lo llevaron'.
La mujer recibió dos llamadas en la madrugada del miércoles 24 de junio, recordó. En la primera, a las 2 a.m., le preguntaron el nombre completo y la cédula de Palacio. La segunda fue tres horas más tarde, para informarle que lo soltarían.
'Al soltarlo, llamé a sus familiares y de ahí no he sabido más. Él tiene familia en Bucaramanga, Cúcuta y Venezuela. Y yo creo que se fue para Venezuela, porque allá es donde están sus padres'.