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Nelyam Mejía De la Hoz tenía 21 años en abril de 2004 cuando un sicario de las AUC mató a tiros a su padre, el alcalde de Santo Tomás Nelson Mejía. Un crimen cuya investigación revivió 11 años después por los testimonios de desmovilizados y otros testigos que vinculan al exsenador Dieb Maloof Cusse como su 'determinador', informó el miércoles la Fiscalía.

Agentes del CTI capturaron ese día en la mañana a Malof mientras llegaba a la Clínica La Misericordia, en el norte de Barranquilla, de la que es su director científico. Un hecho que Nelyam y su familia esperan a que 'ayude a esclarecer los intereses que llevaron al asesinato', aseguró en entrevista que concedió ayer a EL HERALDO desde Bogotá, a través de Skype. 

¿Qué sensaciones ha generado en su familia la captura del exsenador Dieb Maloof?

Es un proceso que venimos esperando desde hace mucho tiempo. No relacionado con la captura, sino con el esclarecimiento del asesinato de mi papá. Estamos esperanzada y confiados en que esta decisión ayude a esclarecer los intereses que llevaron al asesinato de mi papá.

¿Guardaban la esperanza que el caso reiviera?

Solo esperábamos que se aclare la participación del doctor Maloof. No como si fuera el directo culpable, pero sí por qué lo relacionan directamente.

¿Cómo es la relación de su hermano con la familia?

Juan Andrés es uno de los 14 hijos de mi papá, pero desafortunadamente su crianza fue muy lejana al núcleo familiar. Siempre tuvimos contacto porque es un municipio pequeño, todos nos conocemos y nos hablamos, pero la relación de Juan Andrés con la familia ha sido distante. No ha sido un miembro activo. Está siguiendo sus intereses personales y propios, para nadie es un secreto que es un empleado del doctor Maloof.

¿Por qué tantos obstáculos para saber la verdad?

Desde un principio sabíamos que este proceso no iba a ser fácil, que el esclarecimiento de la muerte de mi papá no sería inmediato. No niego que nos dio tranquilidad que capturaran a los sicarios en corto tiempo. Pero en el fondo sabíamos que el camino sería largo, y la razón es que no ha habido claridad de quiénes asumieron el asesinato. El señor Édgar Ignacio Fierro (exjefe paramilitar que confesó el crimen) desde un principio asumió una pose de desconocimiento, alegando errores de información, y sacó a flote la debilidad que tenían de confirmar las informaciones sobre las víctimas.

¿Su padre les alcanzó a manifestar su temor?

Recuerdo a un Nelson Mejía completamente tranquilo, acostumbrado a ser cabeza de familia y no exteriorizar los sentimientos. Solo las pocas personas que conocieron completamente podrían saber cuán asustado estaba. Siempre decía que estuviéramos tranquilos, que no le debía nada a nadie y no era una mala persona, que sus ideales de sacar adelante a su pueblo no eran motivo para que le pasara algo. Nos decía que no tenía enemigos y creo que, en ese momento, fue una expresión mal dicha porque no sabía quiénes eran sus enemigos. A pesar de que antes tuvo un atentado en Santo Tomás que se pudo evitar, tenía su fe intacta de que nada pasaría. Hoy, después de tanto tiempo, interpreto esas palabras y acciones como las de una persona valiente que quiso tranquilizar a su familia, pero llevando por dentro una cruz y una carga que solo él sabía.

¿Pero él manifestó algo a sus amigos?

La única prueba fehaciente es que se dirigió a los entes de seguridad, hizo sus respectivas denuncias y eso es manifestar el temor de que alguien acabara con su vida. Lo importante no es si habló con personas cercanas, sino que hizo sus denuncias y nunca le brindaron seguridad a él y nosotros. Y más deplorable es que ninguno de nosotros hemos recibido protección, por eso no hemos seguido un proceso por exigir justicia.

¿Qué espera ahora la familia de las autoridades?

Solamente reclamamos justicia y transparencia. No est amos condicionado las leyes a determinado tiempo, pero sí queremos que se sepa la verdad al final del camino, sea largo o corto. Y aunque eso no nos ayudará a saber por qué mi papá puso en riesgo su vida, queremos que se demuestre que era una persona que no se escondía detrás de las puertas y siempre hablaba con transparencia, que sepa la historia de una persona que tuvo la valentía para decir ‘no’, que hasta último momento luchó por sus ideales, que no contó con la suerte de algunas personas para cambiar el rumbo de la historia. Queremos que se sepa quiénes son los autores intelectuales de su homicidio.

¿Cuál es el ambiente en Santo Tomás a 11 años del asesinato?

Hay muchas imágenes que manifiestan el clamor del pueblo, y una de esas en una pancarta el día de su sepelio quedó muy marcada: no mataron a un hombre, mataron la ilusión de un pueblo. Eso evidencia que mi papá para el pueblo era un miembro activo, importante; que la gente lo seguía con clamor. Todavía hay muchas personas que no han superado esa ausencia y, a pesar de que hemos tenido buenos alcaldes posteriores, todavía queda el vacío.

'A título personal'

Juan Andrés Mejía, uno de los 14 hijos del alcalde Nelson Mejía Sarmiento, ha manifestado de manera pública que cree en la inocencia del exsenador Dieb Maloof Cusse. Sus declaraciones las ha dado ante varios medios de comunicaciones de la ciudad y nacionales, desde que el miércoles se conoció su captura como presunto determinador del asesinato del mandatario.

Luego de la entrevista realizada a su hermana Nelyam Mejía, EL HERALDO lo llamó a su teléfono y este advirtió que desde un principio ha 'hablado a título personal' y no a nombre de su familia. 'Respeto lo que digan mis hermanos y demás familiares, pero yo confío en la inocencia del doctor Dieb Maloof', insistió.

Este medio también le preguntó por qué no dio a conocer antes de la detención de Maloof que sabe quiénes son los verdaderos asesinos de su padre y que 'están en la calle', a lo que respondió que 'esa información la tiene la Fiscalía General de la Nación' y es labor de este organismo determinar las responsabilidades y sus culpables. 'Esa información no la voy a revelar', puntualizó.