Lo que comenzó como una tarde de entretenimiento en Krugersdorp, Sudáfrica, estuvo a punto de terminar en tragedia cuando una ráfaga de viento levantó un castillo inflable durante un evento público.
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Un video captado por un testigo muestra el momento en que dos menores caen desde aproximadamente diez metros de altura, mientras adultos corren intentando amortiguar la caída.
Ambos niños fueron hospitalizados con heridas, pero ya recibieron la alta médica. Este tipo de incidentes no es nuevo, pues casos similares han ocurrido en distintas partes del mundo.

En 2021, seis niños murieron en Australia tras un accidente con una estructura inflable en una escuela; en 2022, una menor falleció en Valencia, España, bajo circunstancias casi idénticas. En Estados Unidos se han documentado decenas de situaciones similares en la última década.
Por eso, especialistas advierten que, pese a su apariencia inocente, estas atracciones pueden ser extremadamente peligrosas si no están bien instaladas o si se subestima el impacto del clima.
El viento, en particular, representa una amenaza significativa. Las autoridades sudafricanas han abierto una investigación para verificar si el castillo inflable contaba con las medidas de seguridad exigidas y si se consideraron las condiciones meteorológicas antes del evento.