En Sevilla ocurrió un caso de violencia de género y el victimario utilizó una ‘jugada’ que sorprendió a todos. Después de que la mujer denunciara al agresor, la expareja decidió cambiarse de sexo e inscribirse como mujer en el Registro Civil. De esta manera, el agresor ha podido seguir acosando a la víctima y, del mismo modo, ha logrado evitar la prisión.
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La mujer acusa a su expareja, quien además es padre de sus dos hijos, que el agresor todavía no ha cumplido los 15 meses de cárcel que le habían impuesto, motivo por el cual pidió el indulto al Gobierno. La víctima informa que fue agredida por el sujeto hace poco menos de un mes.
“Cuando llegué de trabajar estaba en el portal, y cuando abrí la puerta empezó primero con bofetones y luego con un puñetazo en el brazo. Su intención era darme una patada y dejarme en el sitio, pero cuando llegó la Policía decía que no se le podía tocar porque era mujer”, relató la víctima sobre el último caso de violencia que sufrió por parte de su acosador.
Aunque ambos viven separados por unos 18 kilómetros aproximadamente, el agresor acude a la casa donde reside la mujer para intentar agredirla, lo que ha conseguido en más de una ocasión. A pesar de que la relación tuvo su fin hace más de 5 años, las agresiones no han parado y la mujer no está dispuesta a seguir aguantando el maltrato.
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El abogado de la mujer, José Antonio Sires, argumentó que ella rompió la relación hace cinco años debido a los malos tratos tanto psicológicos como físicos a los que el agresor la sometió durante una década, hechos que denunció en los juzgados de violencia sobre la Mujer.
Hace 10 años la mujer logró varias órdenes de protección frente a su agresor, sin embargo, el agresor siguió invadiendo el espacio de la mujer y la maltrató de diferentes formas, hasta que en 2019 fue condenado a 15 meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena y otro de amenazas. Cabe aclarar que la persona había estado 18 meses en la cárcel por una condena anterior por malos tratos a otra pareja.
A pesar de que un juzgado había ordenado el ingreso inmediato del agresor a prisión, el sujetó logró librarse gracias a una petición de indulto. Días antes de haber recibido sentencia, el hombre registró formalmente su cambio de sexo, haciendo que el Juzgado de Violencia de Género dejara de ser competente en el caso.
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Por otro lado, en España existe una ley denominada ‘Ley Trans’, que establece que las agresiones machistas denunciadas antes de que un hombre cambie su sexo en el Registro Civil se juzgarán aplicando la ley contra la violencia de género. Caso contrario ocurre si la agresión se produce después del cambio de sexo, ya que de esta manera la acción sería juzgada como violencia doméstica.
Sobre este caso se pronunció la Ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien aseguró que perseguirá a quienes cometan fraude de ley y utilicen la ley trans para librarse del castigo que el ordenamiento jurídico establece para los maltratadores de la violencia de género.
“Me siento desprotegida'. Y llama la atención sobre la solución que le han dado alguna vez, que se esconda. “¿Por qué tengo que cambiar yo mi vida?', declaró la mujer al enterarse de la estrategia que utilizó su expareja para librarse de los cargos que le habían imputado antes de haberse cambiado de sexo.
