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Dos mosquitos muertos ayudaron a la policía china a resolver un caso de robo después de que la sangre del presunto autor se recuperara de los insectos muertos mediante una prueba de ADN.

El robo había tenido lugar el pasado 11 de junio en un apartamento de Fuzhou (provincia de Fujian, sureste), según un reporte del departamento local de Seguridad Pública citado hoy por el diario hongkonés South China Morning Post.