El Gobierno brasileño anunció este martes que impondrá una cuarentena de cinco días a las personas que lleguen al país no vacunadas y que exigirá además un examen negativo de covid, pero reiteró que no adoptará el llamado pasaporte sanitario.
La decisión fue presentada en rueda de prensa por un equipo del Gobierno encabezado por el titular de la cartera de Salud, Marcelo Queiroga, quien explicó que esas medidas serán adoptadas debido a los temores que genera la variante ómicron del coronavirus.
'El enfrentamiento a la pandemia no pasa por un pasaporte, que genera más discordias que consensos', declaró Queiroga, quien apuntó que aquellos países en que se generan nuevas variantes de covid 'no pueden ser castigados'.
Pese a que la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), el regulador nacional, había recomendado la adopción del pasaporte sanitario para minimizar el riesgo de la variante ómicron, de la que Brasil registró ya seis casos, Queiroga subrayó que 'no se puede discriminar a las personas entre vacunadas o no'.