Sudáfrica y sus científicos recibieron con impotencia y disgusto la drástica reacción y el aislamiento internacional del sur de África tras la detección de la variante ómicron, si bien el Gobierno del país debate también si tomar medidas adicionales pese a las aún bajas tasas de contagio.
'Esta última ronda de prohibiciones de viaje es como castigar a Sudáfrica por su avanzada secuenciación genómica y por su capacidad para detectar variantes más rápido. Una ciencia excelente debería ser aplaudida, no castigada', criticó este sábado en un comunicado el Ministerio de Exteriores sudafricano.
'Apuntamos también que las nuevas variantes fueron detectadas en otros países. Esos países no tienen vínculos recientes con África del sur. Merece la pena hacer notar que la reacción a esos países es marcadamente diferente', lamentó la cartera.