La cumbre del clima COP26, que empieza este domingo en Glasgow (Escocia), es la hora de la verdad para que los países demuestren su verdadero compromiso contra el cambio climático, seis años después de suscribir en el Acuerdo de París que se esforzarían para limitar a 2ºC –y, en lo posible, a 1,5ºC– el calentamiento del planeta este siglo sobre niveles preindustriales.
El histórico tratado de 2015, que impulsó una significativa reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) y avances en tecnologías limpias, contempla que cada cinco años se revisen los objetivos globales de emisiones, en el llamado 'mecanismo de trinquete' o rueda dentada, que se aplica ahora tras posponerse en 2020 por la pandemia.
Antes de la vigesimosexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), que preside el Reino Unido, los 197 signatarios o 'partes' deben anunciar una nueva Contribución determinada a nivel nacional (NDC, en inglés): su estrategia para frenar el alza de la temperatura global.