El primer ministro de Haití, Ariel Henry, enfatizó este jueves que es difícil especificar los nombres de todos los que le llamaron la noche del asesinato del presidente Jovenel Moise, el pasado 7 de julio, sobre todo porque no podía atender todas las llamadas.
Su oficina emitió un comunicado con el que dijo desea aclarar, de una vez por todas, 'este asunto' de la comunicación telefónica entre Henry y Joseph Félix Badio, sindicado por la Justicia haitiana como uno de los principales acusados de ejecutar el crimen contra Moise, y quien se encuentra prófugo.
'Esa noche el primer ministro recibió innumerables llamadas, de todo tipo, de personas que, al conocer la terrible noticia, se preocuparon por su seguridad personal', precisó el parte oficial.