El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, pidió 'calma' este viernes a sus seguidores de ultraderecha, que lo acusaron de 'traidor' después de que se desdijo de sus amenazas a la democracia y afirmó que 'nunca' quiso 'agredir' a las instituciones.
'Hay que tener calma. No se puede ir al todo o nada', declaró Bolsonaro después de las críticas de sus seguidores más radicales a su cambio de tono en relación con su encendido discurso del pasado martes, cuando ante una multitud instó a desobedecer las sentencias de la Corte Suprema y lanzó duras críticas al Parlamento.