Las autoridades de Australia anunciaron este martes un confinamiento de tres días en cuatro zonas del estado nororiental de Queensland para frenar un rebrote de la covid-19 vinculado a la variante delta, que ya ha obligado a imponer fuertes medidas en varias regiones del país.
La jefa de gobierno de Queensland, Annastacia Palaszczuk, anunció el confinamiento hasta el viernes que regirá en el área de South East Queensland, que abarca a la ciudad de Brisbane, así como los turísticos balnearios Gold Coast y Sunshine Coast.
La medida, que afecta a unos 3,9 millones de pobladores, también abarca a la ciudad de Townsville, así como las islas Palm Island y Magnetic Island, según indicó Palaszczuk.
Desde que fuera detectado a mediados de mes un brote en la ciudad de Sídney, la ciudad más poblada del país y confinada hasta el 9 de julio, las autoridades permanecen en alerta y sospechan que la variante de delta se ha extendido por varias zonas de la nación oceánica.
Aunque los nuevos casos registrados son pocos, las administraciones regionales están vigilantes ante la rápida transmisión del virus que tiene esta variante, apuntan los expertos.
Estos confinamientos localizados afectan en conjunto a unos 12,7 millones de habitantes, de los más de 25 millones que tiene el país.