Compartir:

El Tribunal de Apelación de París confirmó este jueves la sentencia contra la empresa certificadora alemana TÜV Rheinland por el caso de los implantes mamarios defectuosos PIP, en un caso planteado por unas 2.500 de las afectadas, que recibirán una indemnización provisional de 3.000 euros.

La decisión, que confirma una sentencia previa, cierra un caso de más de diez años al considerar que TÜV Rheinland cometió negligencia al validar como seguros unos implantes que tenían silicona industrial que se filtraba al cuerpo humano.