Estados Unidos, Brasil, Japón y Corea del Sur anunciaron este jueves nuevas metas para recortar sus emisiones y alcanzar la neutralidad climática en 2050, un objetivo que también ha asumido la Unión Europea (UE) y al que han prometido acercarse otras potencias, como China y Rusia.
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El presidente estadounidense, Joe Biden, intentó retomar el papel de líder de Estados Unidos en la lucha contra la crisis climática tres meses después de reintegrar a su país en el Acuerdo de París, al organizar una conferencia virtual en la que participan este jueves y viernes unos 40 dirigentes de todo el mundo.
'Estados Unidos emprende un camino para recortar a la mitad los gases con efecto invernadero para el fin de esta década (...), para convertirnos en una economía con cero emisiones netas para no más tarde de 2050', dijo Biden al comienzo de la Cumbre de Líderes sobre el Clima.
Estados Unidos dobla su apuesta
Ese nuevo compromiso de Estados Unidos, que consiste en recortar sus emisiones entre el 50 % y el 52 % para 2030 respecto a los niveles de 2005, supone el doble de su objetivo inicial bajo el Acuerdo de París.
Se trata de una meta un poco menos ambiciosa que la que ha asumido la UE, que planea un recorte de emisiones de al menos el 55 % para el fin de esta década, pero su compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 es idéntico al del bloque europeo.
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Además, Biden se comprometió a duplicar para 2024 los fondos que dedica anualmente a financiar iniciativas verdes en países en desarrollo, algo que puede 'evitar los costos de desastres y conflictos', aseguró.
Los anuncios de Estados Unidos buscaban espolear más acciones de cara a la cumbre COP26 de noviembre en Glasgow (Escocia), y fueron bienvenidos por muchos de los líderes participantes, tras cuatro años de hostilidad a la agenda climática bajo el Gobierno de Donald Trump.
'Estoy encantada de ver que Estados Unidos ha vuelto a trabajar con nosotros en políticas sobre el clima', celebró la canciller alemana, Angela Merkel.
Los aportes de China y Rusia
La cumbre supuso además un raro espacio de cooperación entre Estados Unidos y sus dos grandes adversarios, China y Rusia, con los que las relaciones se han deteriorado tras la llegada de Biden al poder y cuyos presidentes, Xi Jinping y Vladímir Putin, participaron en la primera jornada de la cumbre.
Xi aseguró que China, el país más contaminante del mundo, 'limitará de forma estricta' el aumento en el consumo de carbón en los próximos años, y reiteró su objetivo de que China alcance la neutralidad de emisiones en 2060, una década más tarde que Estados Unidos y la UE.
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Putin no hizo anuncios específicos durante la cumbre, pero recordó que quiere que Rusia reduzca sus emisiones en las próximas tres décadas hasta niveles menores a los de la UE, y defendió que su país contribuye 'de manera colosal' a la absorción de emisiones globales.
Tampoco hubo nuevos compromisos de la India, otro de los países más contaminantes, pero su primer ministro, Narendra Modi, recordó sus esfuerzos para duplicar el consumo de renovables para finales de la década.
Nuevos compromisos de Brasil, Japón y Corea del sur
Tanto Brasil, que se ha visto obligado a moderar el tono de su política medioambiental tras la llegada al poder de Biden, como Japón y Corea del Sur, dos aliados tradicionales de EE.UU., llegaron a la cumbre con el compromiso de alcanzar la neutralidad de emisiones para 2050.
Tokio se comprometió a recortar las emisiones con efecto invernadero al 46 % para 2030, mientras que Seúl prometió que pronto elevará el objetivo de descarbonización de su país para ese año, fijado actualmente en el 24,4 %.
El anuncio sobre la meta de 2050 del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, generó cierto escepticismo en el enviado especial de Estados Unidos para el clima, John Kerry, quien dijo luego a los periodistas: 'La cuestión es ver si lo cumple'.
Las propuestas de Latinoamérica
En la primera jornada de la cumbre también intervinieron otros cuatro presidentes de Latinoamérica: los de México, Andrés Manuel López Obrador; Colombia, Iván Duque; Argentina, Alberto Fernández, y Chile, Sebastián Piñera.
López Obrador defendió en su discurso la explotación petrolera en México, al alegar que ese crudo se dedicará al consumo interno, y le propuso a Biden que le ayude a extender el programa mexicano de reforestación a Centroamérica.
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Por su parte, Duque y Fernández se centraron en el plano económico: el presidente argentino pidió 'renovar la arquitectura financiera internacional' e impulsar 'canjes de deuda por acción climática'; mientras que el colombiano respaldó esa segunda idea y pidió 'mecanismos innovadores' para lograrla.
Mientras, Piñera planteó establecer una zona de protección de los recursos marítimos de la Antártida, un tema en el que Chile ya ha hecho avances.
El FMI propone un precio mínimo al carbono
Otra de las propuestas económicas llegó de parte de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, quien pidió imponer un 'robusto' precio mínimo al carbono en los países del G20, los mayores emisores.
Y el papa Francisco también quiso aportar su mensaje a la cumbre, inaugurada en el Día de la Tierra y que continuará este viernes, al afirmar que este 'es el momento de actuar' porque el mundo está 'en el límite'.