Donald Trump dejará el poder el próximo miércoles con un claro legado: la erosión de la confianza pública en las instituciones de Estados Unidos, una mecha que ha quemado lentamente durante cuatro años, que estalló con el asalto al Capitolio y que promete seguir activa con Joe Biden en el poder.
El relato de la Presidencia de Trump en los libros de historia empezará seguramente por sus últimos días en el poder, cuando su desafío a las normas democráticas del país culminó en una insurrección de sus seguidores e hizo realidad la 'carnicería estadounidense' que él había descrito en su discurso de investidura.
Desde su primera campaña electoral, Trump fue dirigiendo guiños más o menos sutiles a los supremacistas blancos y otros extremistas de ultraderecha que le respaldaban, en una dinámica peligrosa que desembocó en el ataque al Congreso y que difícilmente se frenará simplemente con la llegada de Biden a la Casa Blanca.