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La Cámara de Representantes de EE.UU., de mayoría demócrata, votará este miércoles para acusar al presidente Donald Trump de 'incitar una insurrección' antes del asalto al Capitolio, lo que desencadenará un segundo juicio político contra el mandatario en el Senado.

El proceso que inició ayer la Cámara Baja promete obligar al Senado a someter a Trump a un juicio político ('impeachment trial') que se desarrollará cuando Joe Biden ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario, sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.

'La amenaza del presidente a Estados Unidos es urgente, y nuestros actos también deben serlo', dijo la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, en un comunicado.

Eso convertirá a Trump en el primer presidente de la historia de Estados Unidos que afronta dos juicios políticos, después del que superó el año pasado por sus presiones a Ucrania, y que terminó en su absolución en el Senado.

La oposición a Trump, que controla la Cámara Baja, ya tiene los votos necesarios para aprobar el miércoles el nuevo cargo contra el presidente saliente, según uno de los congresistas que redactó la resolución, el demócrata David Cicilline.

Se necesita una mayoría simple de 218 votos para aprobar la acusación contra Trump -o incluso menos, si hay ausencias en el pleno-, y los demócratas controlan 222 escaños de la Cámara de Representantes.

Una vez que se apruebe ese cargo, el Senado estará obligado por ley a iniciar un juicio político contra Trump, pero la Cámara Alta no tiene previsto retomar su actividad hasta el 19 de enero, un día antes de que Biden llegue al poder.

Ese objetivo no será nada sencillo, porque el Senado está dividido en 50 escaños demócratas y 50 republicanos, con la vicepresidenta electa, la progresista Kamala Harris, encargada de deshacer cualquier empate.

Solo si el Senado vota a favor de condenar a Trump, podrá programarse otra votación para decidir si se le inhabilita políticamente, algo para lo que apenas se requeriría una mayoría simple, según expertos legales.

Baja en el equipo de Trump

El secretario interino de Seguridad Nacional de EE.UU., Chad Wolf, se convirtió ayer en el tercer miembro del gabinete de Donald Trump en renunciar tras el asalto al Capitolio, aunque no aclaró si su decisión de dimitir está relacionada con ese incidente.

La renuncia de Wolf, que anunció su decisión en una carta, llega además un día antes de que Trump visite la frontera con México para inspeccionar los avances en el muro antes de abandonar la semana que viene el poder.