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La deportación de 16 menores venezolanos en un precario bote, entre ellos un bebé de cuatro meses, quienes además fueron separados de sus padres por parte de Trinidad y Tobago, generó el rechazo de la sociedad civil y diputados de la oposición de Venezuela por el trato recibido por los migrantes en el país caribeño. 

El caso, denunciado el pasado domingo por el representante del líder opositor Juan Guaidó ante la Organización de Estados Americanos (OEA), David Smolansky, provocó además la indignación de organismos internacionales.

De acuerdo con Smolansky, la deportación de los 16 niños venezolanos ocurrió a las 12 del mediodía. Salieron en bote desde Cedros, Trinidad. La defensa de estos menores además había introducido un 'habeas corpus' y las autoridades trinitarias ignoraron la petición de no deportarlos. Un acto cruel y muy grave', añadió Smolansky.