La jornada de la investidura del presidente de Bolivia, Luis Arce, comenzó este domingo con un ritual tradicional de agradecimiento a la 'Pachamama' o Madre Tierra, para pedir también a esa deidad andina que dé fuerza al nuevo gobernante.
Un grupo de 'amautas' o sabios espirituales indígenas aimaras prepararon un altar con ofrendas para la 'Pachamama' en la plaza Murillo en La Paz, donde se encuentran el Palacio de Gobierno y la sede del Legislativo de Bolivia.
Las ofrendas, que incluyen elementos como dulces de distintas formas, plantas medicinales, incienso, resinas aromáticas vegetales y grasa de llama, fueron colocadas ordenadamente en un altar hecho de leña al que después se le prendió fuego.
Los sabios recitaron oraciones en aimara y también corearon 'jallallas' o vivas para las deidades andinas, para Arce y su vicepresidente, David Choquehuanca, para los 'pueblos originarios del mundo' y el 'proceso de cambio', como llaman los militantes del Movimiento al Socialismo (MAS) a los gobiernos encabezados por ese partido.
El ritual se realizó en medio del tronar de caracolas y 'pututus', unos instrumentos hechos con cuernos de toro.
Diferentes sectores afines al MAS, incluidos mineros, indígenas, campesinos y otros sindicatos, llegaron a La Paz desde distintas provincias y regiones en los últimos días para presenciar la investidura de Arce.
Arce tomó posesión como jefe de Estado y de Gobierno en La Paz ante líderes como el rey Felipe VI de España y varios presidentes de países americanos.
Previamente, el aimara David Choquehuanca juró como vicepresidente de Bolivia, cargo que también conlleva la Presidencia del Parlamento, en el que el Movimiento al Socialismo (MAS) del expresidente Evo Morales tiene la mayoría, pero no los dos tercios de la anterior gestión.
Vestido con un traje oscuro, con camisa clara y sin corbata, Arce juró su cargo con la mano derecha en el corazón, mientras que Choquehuanca lo hizo con el puño izquierdo en alto, la señal que identifica al MAS.