El Tribunal Supremo de Estados Unidos aceptó este viernes una demanda interpuesta por los republicanos con carácter de urgencia y ordenó al estado de Pensilvania que separe los votos que llegaron después de la jornada electoral del 3 de noviembre, algo que ya contemplan los protocolos del estado.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, se encomendó este viernes a la vía legal como única opción posible para seguir en el poder, horas después de que el candidato demócrata, Joe Biden, le arrebatara la ventaja en Pensilvania y Georgia, dos estados que necesita imperiosamente para lograr la reelección.
El tribunal supremo, en una orden escrita por el magistrado conservador Samuel Alito, ordenó a Pensilvania que se cumpla con separar todos los votos recibidos por correo después de las 20.00 del 3 de noviembre (al cierre de las urnas), que se almacenen por separado y que si se cuentan, también sea por separado.
Alito señaló que la secretaria de Estado de Pensilvania -máxima autoridad electoral-, Kathy Boockvar (demócrata), 'no ha sido capaz de verificar que todas las juntas electorales (de los condados) estén cumpliendo con la orden de la Secretaría' de separar esos votos.
La orden del Alto Tribunal responde a una demanda interpuesta por el Partido Republicano para que hiciese cumplir la orden de separar esos votos en su objetivo final de que sean declarados nulos, un proceso que se litiga en una demanda paralela.
Como ha defendido ya el presidente de EE.UU., Donald Trump, los conservadores de Pensilvania consideran que los votos por correo recibidos después del día de las elecciones deben ser considerados nulos, pese a que el matasellos refleje que han sido recibidos en plazo.
La Corte Suprema de Pensilvania había ampliado hasta la tarde de este viernes la fecha límite de recepción de las boletas emitidas por correo, debido a los retrasos que ha sufrido el Servicio Postal a causa del aumento de este tipo de votos por el coronavirus.
Pero los republicanos presentaron una demanda para su anulación y por eso pidieron al Supremo federal que hasta que se resuelva haga cumplir que los votos quedan separados.
¿Qué pasa con Carolina del Norte?
La atención mediática del conteo electoral en EE.UU. se está centrando estos días en los estados clave de Nevada, Arizona, Pensilvania y Georgia, donde el candidato demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, mantiene un ventaja muy ajustada, pero poco se está hablando de Carolina del Norte, donde el presidente Donald Trump va por delante en el escrutinio.
Las cifras del escrutinio en ese estado son muy cerradas, con el 97 % de los sufragios contabilizados Trump está al frente con el 50 % de los votos frente a un 48,6 % de Biden.
Ahora la atención está muy enfocada en Arizona, Nevada, Georgia y Pensilvania, especialmente en esta última por sus codiciados veinte delegados en el colegio electoral, que darían la victoria automáticamente a Biden, pero antes de los comicios del martes la victoria de Trump en Carolina del Norte se veía crucial de cara a su reelección.
Actualmente el presidente aventaja al demócrata en Carolina del Norte por 76.000 sufragios, o lo que es lo mismo 1,4 puntos porcentuales.
Sin embargo, los resultados no se conocerán hasta bien entrado este mes, dado que las juntas electorales de cada condado no se reunirán hasta el 13 de noviembre para tomar en cuenta los votos enviados por correo postal que lleguen hasta el día 12 y que tengan el matasellos del 3 de noviembre, día de los comicios, o una fecha anterior.
La Junta Electoral Estatal no se reunirá hasta el 24 de noviembre para ofrecer resultados.
Esto se debe a que hay un máximo de 171.666 sufragios que todavía no han sido contabilizados: 99.000 electores solicitaron papeletas para votar por correo que todavía no han sido devueltas o aceptadas, y a esto se suman 31.900 votos postales que han llegado en los últimos días a las juntas de los condados que no han sido aprobados oficialmente.
Por último, 40.766 sufragios 'provisionales', es decir, de personas que acudieron a votar presencialmente la jornada electoral sin documentación, y que deberían presentar sus documentos en los próximos días para que se valide su sufragio.
Tres días después de la jornada electoral del martes, las opciones del presidente Trump para asegurarse un segundo mandato se están desvaneciendo y ha optado por los tribunales para pelear la Casa Blanca.