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Un líder proiraní en Irak -el número dos de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi- y el enviado de Teherán para los asuntos iraquíes, el poderoso general Qasem Soleimani, murieron ayer en un bombardeo estadounidense lanzado desde un dron en Bagdad tres días después de un ataque a la embajada de Estados Unidos.

Poco después de la muerte del general Soleimani, a cargo de los asuntos iraquíes en el ejército ideológico de la república islámica, y de Abu Mehdi al Muhandis, número dos de Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares mayoritariamente proiraníes y ahora integrados en el Estado iraquí, el Pentágono anunció que el presidente estadounidense Donald Trump, dio la orden de 'matar' a Soleimani.

'Por orden del presidente, el ejército estadounidense ha tomado medidas defensivas decisivas para proteger al personal estadounidense en el extranjero al matar a Qasem Soleimani', dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en un comunicado. Minutos antes, Trump había tuiteado una bandera estadounidense.

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Desde hace años, Irak se encuentra entre dos fuegos, atrapado entre sus dos grandes aliados, Estados Unidos e Irán. Después de una serie de ataques con cohetes contra diplomáticos y soldados estadounidenses, atribuidos por Washington a los proiraníes en Irak, la espiral de tensión alcanza un máximo con la muerte este viernes de estos dos altos cargos.

'Bombardeo estadounidense'. El Hashd fue el primero en afirmar que un 'bombardeo estadounidense' apuntó a un convoy de los proiraníes cerca del aeropuerto de Bagdad. Al menos ocho personas han muerto, afirmaron fuentes de los servicios de seguridad iraquíes.

El general Soleimani es el jefe de la fuerza Al Qods de los Guardianes de la Revolución, encargada de las operaciones exteriores, y Abu Mehdi al Muhandis estaba al mando de las operaciones de Hashd, cuyo jefe oficial es el asesor de seguridad nacional del primer ministro. Ambos se encontraban bajo sanciones estadounidenses.

Las Fuerzas de Movilización Popular lucharon a partir de 2014 con las tropas iraquíes y la coalición internacional antiyihadista liderada por Estados Unidos, pero Washington considera actualmente que sus facciones más proiraníes (algunas de ellas surgidas durante la lucha contra la ocupación estadounidense de 2003 a 2011) constituyen una amenaza más importante que la del grupo Estado Islámico (EI).

El martes, miles de sus combatientes y partidarios suyos participaron en una demostración de fuerza sin precedentes en Irak. Llegaron a la ultraprotegida Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense, y la atacaron además de pintar grafitis en los muros en los que se leía 'No a Estados Unidos' o 'Soleimani es mi jefe'.