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El presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, dejó en suspenso este lunes el futuro del control al mercado cambiario en su país al responder preguntas durante su visita a México, donde señaló que la profunda crisis económica argentina no se resuelve con un cambio de gobierno.

Tras su triunfo electoral del 27 de octubre, Fernández realiza su primera visita internacional a México, donde se entrevistó con el presidente Andrés Manuel López Obrador y ofreció una rueda de prensa en la que en dos ocasiones fue cuestionado de manera directa sobre si continuará el cepo cambiario tras asumir el 10 de diciembre.

'El 10 de diciembre no es una fecha mágica, en todo caso ese día sabremos cuántos dólares quedaron en el Banco Central. Pero la verdad es que eso no se resuelve con un cambio de gobierno, es el resultado de una política que ha dejado que migren de las arcas del Banco Central decenas de miles de millones de dólares a destinos desconocidos', dijo el izquierdista, un abogado de 60 años.

Fernández responsabilizó al presidente saliente Mauricio Macri, quien había prometido un libre mercado de divisas, de la situación cambiaria que vive Argentina y que llevó al Banco Central a imponer en septiembre los controles iniciales, con lo que los argentinos sólo podían comprar para atesoramiento 10.000 dólares mensuales.

Al día siguiente de la elección presidencial, el banco endureció los controles, imponiendo un límite de 200 dólares mensuales.

La intención es preservar las reservas internacionales, que en medio de una profunda recesión en la tercera economía latinoamericana han caído casi 23.000 millones de dólares desde agosto y se ubican actualmente en unos 43.321 millones.

'Lo que la Argentina vive en materia de dólares es lo que Macri produjo en materia de dólares', dijo Fernández al señalar que lo que hubo fue una 'fuga de divisas' porque según él esas grandes cantidades no se utilizaron ni para obra pública, ni ahorros ni pagar deuda.

Los argentinos buscan ahorrar en dólares para compensar la galopante inflación y las sucesivas devaluaciones en su país. Para ello les está permitido abrir cuentas de ahorro en dólares, pero con la nueva medida, que en principio estará vigente hasta el 10 de diciembre, sus transacciones están más limitadas.

Tras el triunfo de Fernández, que tendrá a la exmandataria Cristina Kirchner como vicepresidenta, los bancos se desbordaron por clientes que querían comprar más dólares o que por temor a más controles buscaban retirar todos sus ahorros.

Temen que se repita la crisis de 2001 en Argentina, cuando debido a una corrida bancaria el gobierno impuso restricciones a los retiros de depósitos, o que vuelvan los férreos controles que impuso Kirchner.