Cuatro policías murieron apuñalados este jueves en el interior de la central de la policía en París, agredidos por un empleado que fue abatido por las fuerzas del orden.
Según informaron testigos y fuentes concordantes, el agresor trabajaba en la Dirección de inteligencia de la prefectura de policía desde hacía unos 20 años y sufría una minusvalía.
Los investigadores no saben cuáles podrían haber sido sus motivaciones, pero no descartan que pueda tratarse de un conflicto personal, según estas fuentes.
La agresión, un hecho inédito dentro de la historia de la policía francesa, se produjo en el cuartel general en pleno centro de París, cerca de la catedral de Notre Dame. El presidente francés, Emmanuel Macron, el primer ministro y el titular de Interior francés acudieron inmediatamente al lugar del ataque.
'La gente corría, gritando', decía Emery Siamandi, un intérprete que estaba en el edificio en el momento del ataque. 'Oí un disparo. Momentos después vi a la policía gritando, en pánico', agregó.
Desde 2015, Francia ha sido escenario de varios ataques atribuidos a grupos yihadistas, que incluyeron ataques sincronizados y agresiones aisladas con arma blanca. En total, 251 personas han perdido la vida en estos ataques y el país sigue hasta hoy en estado de alerta.
Esta agresión en el centro de París también se produce un día después de una manifestación de miles de policías en París con la que se quiere atraer la atención pública sobre el malestar que reina dentro de la institución, el aumento de los suicidios y la reforma del sistema de pensiones.
Según los sindicatos, 26.000 policías participaron en esta manifestación. En Francia hay un total de 150.000 policías.