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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó este martes a China con un endurecimiento de la guerra comercial, urgiendo a Pekín a que no extienda las negociaciones, en un momento en que la economía comienza a resentir las tensiones.  

Después de un mes de agudización de la guerra comercial que lleva más de un año, Trump advirtió este lunes a los negociadores chinos que no extiendan las negociaciones con la expectativa de que el mandatario pierda en las presidenciales de 2020.

Estas declaraciones pusieron fin a un tono conciliatorio que habían adoptado ambas partes la semana pasada, logrando calmar a los mercados. 

'Aunque estoy seguro de que les encantaría tratar con un nuevo gobierno (...) 16 meses más es un periodo largo para estar desangrando empleos y empresas', dijo Trump en Twitter advirtiendo que si es reelecto será 'mucho más duro' en el acuerdo.

Mientras que Trump apuntó a la debilidad de la economía de China, la incertidumbre está lastrando la actividad en Estados Unidos y el índice manufacturero ISM cedió 2,1 puntos en agosto. 

Pese a que esto no implica necesariamente que haya una recesión en el horizonte, los economistas advirtieron que es un signo preocupante. 

Incertidumbre

'El canario de la mina puede estarse cayendo de la agarradera', dijo el economista Joel Naroff en una nota a sus clientes. 

Wall Street operaba con pérdidas este martes en la primera jornada desde que los aranceles a productos chinos valorados en más de 100.000 millones de dólares entraron en vigor el fin de semana. 

Los débiles resultados del sector manufacturero estadounidense constituyen el último de una serie de indicios de que la economía se está desacelerando, con un menor ritmo de las contrataciones y una brusca caída de las inversiones de las empresas. 

En tanto, la prensa estatal china informó este martes que los senadores estadounidenses Steve Daines y David Perdue se habían reunido en Pekín con el viceprimer ministro Liu He, que ejerce como jefe negociador de su país en las conversaciones.

Los senadores reiteraron la importancia de las relaciones entre ambos países y expresaron su oposición a los conflictos económicos y comerciales. Además expresaron su voluntad de jugar un 'rol positivo' para promover el desarrollo armonioso de las relaciones bilaterales. 

Se espera que las negociaciones entre Estados Unidos y China continúen este mes, después de que en agosto el diálogo que ambos países sostienen desde hace un año sufriera un deterioro. 

Sin embargo, según Bloomberg los esfuerzos podrían flaquear por la dificultad para agendar la próxima cita después de que Washington desestimara la demanda de Pekín de suspender la entrada en vigor de los aranceles que comenzaron a ser efectivos este fin de semana.  

Thomas Donohue, presidente de la influyente Cámara de Comercio de Estados Unidos, dijo a la cadena CNBC que la dilatación de la entrada en vigor de los últimos aranceles podría haber allanado el camino para las conversaciones. 

En cambio, la estrategia de la Casa Blanca de crear niveles de incertidumbre tan grandes podría llevar a Estados Unidos en una dirección que el calificó como inaceptable. 

'La incertidumbre eventualmente no lleva a nada bueno', dijo.