Compartir:

Patrick Shanahan, un exingeniero de Boeing que pasó los dos últimos años trabajando en el Pentágono, parecía estar listo para liderar el ejército más poderoso del mundo, pero un historial de incidentes violentos dentro de su familia descarriló sus planes.

Shanahan, de 56 años, renunció a su cargo de secretario de Defensa interino el martes y retiró su nombre para ser considerado para ocupar permanentemente el cargo, para proteger la 'seguridad y el bienestar' de sus hijos.

Fue un final abrupto en el rápido ascenso de Shanahan hacia el liderazgo del Departamento de Defensa en solo dos años.

Hay dos incidentes que destacan en su historial. Un altercado en 2010 entre Shanahan y su entonces esposa Kimberley en su casa en Seattle que lo dejó a él con una nariz sangrienta y a ella bajo custodia.

La mujer sostiene, sin embargo, que Shanahan la golpeó, según detalla el USA Today. Pero él afirma que 'nunca le puso una mano' encima y que el golpe que recibió en la cara, le hizo 'ver estrellas'.

El segundo incidente incluye a su hijo, quien fue arrestado cuando era adolescente después de golpear brutalmente a su madre con un bate de béisbol en 2011, según reveló el propio Shanahan en una entrevista con The Washington Post.

'Malas cosas le pueden suceder a las buenas familias...y esto es una tragedia, realmente', dijo Shanahan al periódico en una entrevista esta semana.

'Señor Repara Todo'

Antes de unirse al Pentágono, Shanahan, un ingeniero de formación, estuvo 30 años en Boeing, desempeñando funciones de gestión en distintos programas de aviones comerciales, así como en sistemas de defensa de misiles.

El graduado del MIT se ganó el apodo de 'Señor Repara Todo', antes de tomar las riendas del programa del 'Dreamliner' 787, desechado por problemas de producción.

Más tarde, Shanahan fue responsable de todos los programas de aviación del ejército de Estados Unidos con Boeing, experiencia que sin duda, le facilitó su entrada al gobierno.

A mediados de 2017, el entonces jefe del Pentágono, Jim Mattis lo reclutó para modernizar los procedimientos de compra del ejército.

Pero Shanahan fue rápidamente blanco de críticas al ser acusado de violar los códigos de ética del Pentágono por hacer promoción a Boeing y denigrar a sus competidores, especialmente el constructor aeronáutico Lockheed Martin.

Una vez que fue absuelto de esas acusaciones, y tras la renuncia de Mattis como jefe del Pentágono a fines del año pasado, el presidente Donald Trump le dio el visto bueno a Shanahan.

Desde que asumió el cargo de secretario de Defensa en funciones, el 1 de enero, Shanahan había mantenido un perfil bajo, evitando en particular los enfrentamientos con el mandatario.

Pero con su nominación pendiente ante el Senado, y en medio de dudas debido a su falta de experiencia militar, el divorciado y padre de tres hijos finalizó el proceso, mientras comenzaban a resurgir los detalles de sus problemas familiares.

La verificación de antecedentes del FBI dieron luz a los violentos incidentes, incluyendo la pelea de 2010 con su exesposa.

Al parecer, los legisladores no estaban completamente al tanto del incidente cuando Shanahan fue confirmado como subsecretario de Defensa, y podría haberse convertido en un problema en su audiencia de confirmación.