Un Boeing 737 salió el viernes de pista al aterrizar en una base naval del estado de Florida durante una tormenta eléctrica y quedó flotando en un río, sin que se reportaran víctimas.
El aparato, que llegaba desde la base de Guantánamo en Cuba con 136 pasajeros y 7 tripulantes, quedó flotando en las poco profundas aguas de un río cercano a una estación aérea de Jacksonville. Todas las personas fueron evacuadas, dijeron las autoridades.
'Mientras bajábamos, el avión dio saltos, chirrió, rebotó de vuelta, viró a la derecha y luego a la izquierda', contó Cheryl Bormann, una abogada que viajaba a bordo, a la CNN. 'Después volvió a girar y paró de golpe', siguió, señalando que algunas máscaras de oxígeno habían caído y los compartimientos de equipaje se habían abierto.
Veintiún adultos fueron trasladados a hospitales locales, pero ninguno resultó gravemente herido, dijo la oficina del sheriff de Jacksonville en Twitter. Otros fueron tratados por heridas menores en la escena.