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El exjefe de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, declaró ayer a fiscales peruanos que la empresa brasileña sobornó a gobernadores del país andino, además de presidentes, para obtener contratos de obras públicas.

Barata 'ha corroborado el pedimento de un soborno del 3% del valor referencial de la obra' (una ruta) por parte del entonces gobernador del Cusco (2011-2013), Jorge Acurio, dijo el fiscal peruano Germán Juárez, en el tercer día de testimonios del exhombre fuerte de Odebrecht de Perú en la sede de la procuradoría federal en Curitiba, sur de Brasil.

'Ha sido la más corta de las diligencias, él ha corroborado datos', resumió Juárez. En los días previos, Barata confirmó que la constructora aportó dinero en 2006 a la campaña electoral del expresidente Alan García, quien se suicidó la semana pasada cuando iba a ser detenido, y que luego le pagó más de cuatro millones de dólares a su secretario en la Presidencia, Luis Nava.

La fiscalía peruana sospecha que el destinatario final de este dinero era Alan García, versión que el exmandatario siempre negó.

Los nuevos testimonios de Barata también salpican al expresidente peruano Alejandro Toledo (2001-2006), quien huyó a Estados Unidos, donde enfrenta una solicitud de extradición a Perú.

El soborno pagado al gobernador del Cusco ascendió a tres millones de dólares por el contrato de 100 millones de dólares por la construcción de la llamada 'Vía de Evitamiento', según había revelado Odebrecht en 2018 a la fiscalía peruana. De ese monto, Acurio, quien está detenido por este caso, recibió 1,5 millones de dólares y el resto fue repartido entre otros funcionarios del gobierno regional, según la prensa limeña.