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El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, pidió el miércoles a la ONU que reconozca a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y exigió la partida del 'dictador' Nicolás Maduro, que se aferra al poder con el apoyo de Rusia y China.

'Ha llegado la hora de que la ONU reconozca a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y acepte a su representante en esta organización' sin demoras, afirmó Pence en una reunión del Consejo de Seguridad sobre la crisis humanitaria en Venezuela, solicitada por Washington.

El vicepresidente dijo que 'Venezuela es un Estado fallido' y que 'Nicolás Maduro debe irse', ya que de lo contrario 'el caos y el sufrimiento se extenderán por la región'.

Pence miró al embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, y se dirigió directamente a él: 'Con todo respeto, señor embajador, usted no debería estar aquí', le dijo.

'Usted debería regresar a Venezuela y decirle a Maduro que llegó su hora, que llegó la hora de que se vaya', agregó, mientras Moncada sonreía con sorna y negaba con la cabeza.

Pence anunció luego a periodistas que Estados Unidos presentará un proyecto de resolución ante los 193 países de la Asamblea General de la ONU -donde no se aplica el veto- para que Guaidó sea reconocido como presidente interino venezolano.

Aunque Washington seguirá presionando por una transición pacífica, 'todas las opciones están sobre la mesa' en Venezuela, insistió Pence, que recordó que la Organización de Estados Americanos (OEA) reconoció el martes al representante propuesto por Guaidó, Gustavo Tarre.

'Debemos parar la guerra de (Donald) Trump', reclamó por su lado Moncada al Consejo, tras denunciar 'una campaña de agresión (...) con máscara humanitaria' de Estados Unidos y el Reino Unido contra Venezuela.

Rusia al ataque

Guaidó, líder del parlamento venezolano que invocó la Constitución el 23 de enero para proclamarse presidente interino de Venezuela, es reconocido por Estados Unidos y más de 50 países.

Maduro, en tanto, se aferra al poder con el apoyo de las fuerzas armadas, de China y de Rusia, que envió el mes pasado tropas a Caracas.

Las potencias mundiales en la ONU están divididas sobre qué camino seguir en Venezuela.

Estados Unidos 'de manera artificial ha creado una crisis' en Venezuela 'con el objetivo de destituir a un líder legítimo y reemplazarlo con su títere', denunció ante el Consejo el embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia.

El embajador chino, Ma Zhaoxu, indicó por su lado que Pekín apoya a Venezuela 'en sus esfuerzos para que se respete su soberanía' y 'se opone a la intervención militar en Venezuela y al uso (político) de la llamada cuestión humanitaria'. China es el principal acreedor de Venezuela.

El 28 de febrero, Rusia y China vetaron un proyecto de resolución estadounidense que urgía a celebrar elecciones 'justas' en Venezuela, pero una contrapropuesta de Moscú también naufragó al no cosechar los votos necesarios.

Crisis humanitaria 'muy real'

La ONU estima que siete millones de venezolanos -un cuarto de la población- precisan ayuda humanitaria.

Venezuela atraviesa la peor crisis de su historia moderna, con una hiperinflación prevista en 10.000.000% este año y una escasez de alimentos y medicamentos que ha provocado la migración de más de 2,7 millones de personas desde 2015, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

'El problema humanitario en Venezuela es muy real', dijo al Consejo Mark Lowcock, jefe de ayuda de la ONU, que urgió a despolitizar el tema y a aumentar la asistencia internacional al país.

Maduro, que niega la existencia de una crisis humanitaria, se reunió no obstante el martes con Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, y anunció en su cuenta de Twitter que alcanzaron 'acuerdos productivos' que permitirán 'brindar una mejor atención' a los venezolanos.

Luego de casi un mes de frecuentes y prolongados cortes eléctricos en Venezuela, gran parte del país quedó otra vez a oscuras desde el martes de noche, en la víspera de una nueva protesta nacional convocada por Guaidó este miércoles bajo el lema 'No nos acostumbraremos' para pedir la salida de Maduro y avanzar en sus planes de instalar un gobierno de transición y llamar a nuevas elecciones.

Estados Unidos sigue entre tanto estrechando el cerco diplomático y endureciendo las sanciones contra Maduro y sus allegados.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, emprenderá esta semana una gira para cimentar la presión contra el mandatario venezolano que le llevará del 11 al 15 de abril a Chile, Paraguay, Perú y concluirá en la localidad colombiana de Cúcuta, en la frontera con Venezuela.