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El presidente interino de Venezuela reconocido por más de 50 países, Juan Guaidó, quedó en la mira de la Asamblea Constituyente, que decidirá si lo despoja de su inmunidad parlamentaria para someterlo a la justicia ordinaria.

'Ellos pueden intentar secuestrarme', dijo ayer Guaidó sobre la posibilidad de ser detenido si la Constituyente le levanta el fuero, como se lo pidió el lunes el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusado por la oposición de servir al presidente chavista Nicolás Maduro.

La Constituyente sesionaba la tarde de este martes, pero la cuestión de la inmunidad no había sido incluida en la agenda.

La decisión del TSJ allanó el camino para que el jefe legislativo pueda ser sometido a la justicia ordinaria, en momentos en que la corte lo investiga por supuestamente usurpar las funciones de Maduro, quien además lo acusa de planear un atentado en su contra.

'El régimen ustedes saben cómo actúa. Esto ya no es ni siquiera persecución, esto es inquisición', aseguró el opositor, quien desconoce al TSJ y a la Constituyente por considerar que su conformación fue ilegal.

'No hay cualidad ni para allanar ni para inhabilitar' por parte de esos órganos, apuntó Guaidó, previo a una sesión del Parlamento de mayoría opositora, que al igual que la Constituyente delibera en el Palacio Federal Legislativo, aunque en salones y horarios distintos.

En la crisis institucional, ningún organismo venezolano reconoce las decisiones del Congreso, después de que en 2016 el TSJ lo declaró en desacato.