La cumbre del G20 se da inicio hoy en Buenos Aires con un telón de fondo de tensiones comerciales, responsabilidad en la acción por el clima, la guerra contra la corrupción, el empoderamiento de las mujeres y el fortalecimiento de la gobernanza financiera.
Los líderes mundiales llegaron de a poco a excepción de la canciller alemana Ángela Merkel, que tuvo problemas técnicos con su avión y no asistirá a la apertura.
Por su parte, la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, afirmó ayer que las fuerzas de seguridad están preparadas para la cumbre de líderes del G20.
Consultada en rueda de prensa sobre si el país tendría la capacidad de controlar una situación semejante a la violencia que tuvo lugar en la cumbre de Hamburgo en 2017, Bullrich respondió: 'Hemos tomado contacto con los que han planteado su disidencia, y hemos llegado a un acuerdo para que las manifestaciones sean en paz, sin violencia, y puedan realizarse en el marco del acuerdo democrático en nuestro país'.
'No vamos a tolerar la violencia y vamos a actuar si algún grupo intenta atentar contra la paz', advirtió la funcionaria.
La ministra aclaró que 'la seguridad de las calles está en manos de las fuerzas federales en la ciudad de Buenos Aires'. Y 'los servicios que acompañan a los líderes los custodian a ellos, como cuando nuestro presidente sale del país, pero no tienen a cargo la seguridad de la cumbre', añadió.
Trump cancela cita con Putin
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avivó la tensión ayer al cancelar a último momento su encuentro con su par ruso Vladimir Putin, horas antes del comienzo oficial en Buenos Aires de la cumbre de líderes del G20.
'Basándome en el hecho de que los barcos y los marineros no han sido devueltos a Ucrania desde Rusia, he decidido que sería mejor para todas las partes involucradas cancelar mi reunión previamente programada en Argentina con el presidente Vladimir Putin', escribió Trump en Twitter, horas antes de su llegada a la capital argentina.
Sin embargo, confía tener 'una cumbre significativa' con el líder ruso 'tan pronto esta situación se resuelva'.
El multilateralismo en juego
Los líderes de las principales economías del planeta desembarcaron en Buenos Aires para asistir a la cumbre, marcada por una guerra comercial entre Estados Unidos y China, las dos mayores economías del planeta.
Es por tanto la reunión entre el presidente estadounidense y su par chino Xi Xinping la que acapara todos los focos.
Precisamente ayer, el presidente estadounidense dijo que un acuerdo comercial con Pekín estaba 'cerca'.
Pero inmediatamente enfrió toda esperanza de avances: 'Creo que estamos muy cerca de hacer algo con China pero no sé si quiero hacerlo', le dijo Trump a los periodistas de la Casa Blanca antes de iniciar su viaje.
Los mercados esperan que se pueda llegar a un acuerdo antes de fin de año, cuando los aranceles estadounidenses aumenten significativamente.
'El G20 es donde se reúnen los poderosos del mundo para planear la profundización del capitalismo. No es casualidad que se excluye a los propios pobladores del uso del espacio público', dijo a la AFP Juliana Díaz, una argentina que participa de uno de los eventos críticos a un G20 que ha dejado bloqueada buena parte de la ciudad.
Falla el avión de Merkel
El avión de la canciller alemana Angela Merkel, que se dirigía hacia Argentina para la cumbre del G20, fue obligado a aterrizar de emergencia en la ciudad alemana de Colonia debido a un problema técnico, indicó la cancillería.
'Tras un problema técnico, el avión gubernamental aterrizó de forma segura en Colonia hace unos minutos', indicó la cancillería.
El avión dio media vuelta cuando sobrevolaba Holanda y se dirigió a Colonia, donde se encuentra la base del aparato y el único avión de sustitución, precisó DPA.
El aterrizaje fue brusco. El avión contaba aún con mucho carburante y el peso obligó a usar fuertemente los frenos.
Macron y el 'chaleco amarillo'
Al dirigirse a la cumbre del G20, el presidente francés Emmanuel Macron
Pero al bajarse de su avión en Buenos Aires el miércoles, la primera persona que vio -un empleado del aeropuerto- estaba vestida con una de estas prendas de alta visibilidad.
Los chalecos amarillos, la vestimenta altamente visible utilizada por los trabajadores de los servicios de emergencia, se han convertido en un símbolo de las cada vez más enérgicas protestas en Francia, desatadas por un incremento en los impuestos al combustible.