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Líderes del mundo entero conmemoraron este domingo en París bajo la lluvia el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, en un acto solemne en el que el presidente Emmanuel Macron advirtió de los riesgos del nacionalismo cuando crecen las discrepancias entre Europa y el Estados Unidos del presidente Donald Trump.

Trump, el mandatario ruso Vladimir Putin, el turco Recep Tayyip Erdogan y la canciller alemana Angela Merkel participaron, entre cerca de 70 jefes de Estado y de gobierno, en las conmemoraciones, que alcanzaron su punto álgido en el Arco del Triunfo y concluirán con un Foro por la Paz.

Las campanas de las iglesias sonaron en toda Francia a las 11H00 de la mañana (10H00 GMT), la misma hora a la que hace cien años sonaron los clarines anunciando el alto el fuego en los campos de batalla. 

La ceremonia se celebró ante la tumba del soldado desconocido bajo el Arco de Triunfo, que representa a los 10 millones de combatientes muertos en la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Además, entre 5 y 10 millones de civiles perdieron también la vida en el conflicto.

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Llovía cuando los mandatarios, entre ellos el rey Felipe VI y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, el primer ministro canadiense Justin Trudeau o el israelí Benjamin Netanyahu, llegaron a los Campos Elíseos en autobús y recorrieron los últimos metros a pie en un cortejo presidido por Macron y Merkel.

Trump y Putin fueron por separado, el primero a bordo de su limusina blindada negra, conocida como 'La Bestia'.

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Más de 10.000 policías y gendarmes estaban desplegados para garantizar la seguridad de los mandatarios y sus delegaciones, en una capital bajo amenaza permanente de atentados desde 2015.

Esto no impidió que tres activistas de Femen saltaran las barreras de seguridad en los Campos Elíseos y se acercaran al convoy de Trump. Las mujeres, que fueron detenidas, iban con el pecho desnudo y llevaban mensajes como 'Fake Peace Maker' o 'Hypocrisy' escritos en el cuerpo.