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 Los peruanos contemplan con avidez las transmisiones televisivas de la audiencia en donde la justicia decidirá si manda a prisión a Keiko Fujimori, en un nuevo episodio de la saga de un clan omnipresente en el país desde hace tres décadas.

La audiencia de ayer, presidida por el juez Richard Concepción Carhuancho, es la tercera desde que el pasado domingo se inició la maratónica sesión sobre la líder opositora que se ha convertido en una suerte de ‘reality show’.

En mercados populares, cafés y bares de Lima, el público se ha agolpado frente a las pantallas de los televisores, algo sólo comparable a lo que ocurría con los partidos de fútbol de Perú en el Mundial de Rusia-2018.

Las transmisiones por canales de televisión, radios y redes sociales reflejan un notable interés en los peruanos por una figura política que polariza a la sociedad peruana.  En Twitter, los usuarios han dado rienda suelta a sus emociones y difunden fotos de bares y restaurantes con comensales con un ojo en el plato o el vaso y el otro en la pantalla de su celular o el televisor.

'Pronto Netflix la pondrá dentro de sus series', tuiteó Joe Espinoza. 'Ganó a todas las telenovelas', agregó Karin Reyna.

Los peruanos asisten así, cautivos, a esta suerte de saga, divididos entre fujimoristas y antifujimoristas.

El fiscal del caso, José Domingo Pérez, es el héroe o villano de este episodio, en función del bando con el cual se simpatice.

La señal de televisión del poder judicial, Justicia Viva, monopoliza desde el pasado domingo las transmisiones.

La página del canal judicial en Facebook registra hasta 14.000 internautas conectados en tiempo real, todo un récord para esa señal.