El papa Francisco expulsó este viernes del sacerdocio al pederasta chileno Fernando Karadima, la mayor condena dentro de la Iglesia católica, confirmando su voluntad de querer acabar con los abusos sexuales dentro de la institución.
El anuncio fue hecho con una nota oficial por el Vaticano este viernes y responde a los pedidos de las víctimas de abusos para que el sacerdote recibiera un castigo ejemplar.
'El papa Francisco ha dimitido del estado clerical a Fernando Karadima Fariña, de la Arquidiócesis de Santiago de Chile. El Santo Padre ha tomado esta decisión excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia', indicó el comunicado de la Santa Sede.
Karadima, de 88 años, formador de varios obispos, había sido suspendido de por vida de sus funciones por el Vaticano en 2011 tras ser condenado por abuso sexual a menores cometidos en las décadas del 80 y 90.
El decreto, firmado por el papa el jueves 27 septiembre de 2018, entró en vigor automáticamente, y le retira también todas las obligaciones clericales, informó el Vaticano que precisó que Karadima fue notificado este viernes.
'La dimisión del estado clerical es un paso más en la línea férrea del Papa Francisco ante los abusos', explicó por su parte el portavoz el Vaticano, Greg Burke.
'Estábamos ante un caso muy serio de podredumbre y había que arrancarlo de raíz', agregó.
'Se trata de una medida excepcional, sin duda, pero los graves delitos de Karadima han hecho un daño excepcional en Chile', recalcó.
El caso de los abusos sexuales cometidos por el cura Fernando Karadima es uno de los más emblemáticos en Chile por la influencia del sacerdote dentro de la Iglesia.
Desde la parroquia santiaguina de El Bosque, situada en un barrio acomodado de la capital, que dirigió desde 1980 hasta 2006, Karadima forjó durante años sólidos nexos con sectores de la elite política y económica de Chile.
'Nunca pensé que vería este día'
'El pedófilo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pensé que vería este día. Un hombre que le arruinó la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco @Pontifex_es haya tomado esta determinación al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy', reaccionó inmediatamente en un tuit Juan Carlos Cruz, una de tres víctimas recibidas por el papa en abril pasado.
Francisco está empeñado en la limpieza de la Iglesia chilena, azotada por las denuncias de abusos sexuales a menores y ha cesado a siete obispos.
En mayo pasado los obispos chilenos, más de una treintena, presentaron su renuncia en bloque tras reunirse con Francisco, a quien víctimas y expertos piden que aplique con más firmeza la 'tolerancia cero' contra la pedofilia.
Tuvieron que pasar muchos años para que el Vaticano finalmente lo condenara en 2011 a 'retirarse a una vida de oración y penitencia' por el delito de 'abuso de menor'.
Sin embargo, la decisión del papa argentino de expulsar a Karadima del sacerdocio es más severa que la tomada por el papa Benedicto XVI en 2006 contra el poderoso sacerdote mexicano Marcial Maciel, fundador de la influyente congregación Legionarios de Cristo, quien fue 'apartado' de la vida pública por los graves abusos sexuales a menores cometidos por décadas.
'Más allá de lo simbólico, de lo reparador que puede ser para las personas que sufrieron los abusos, tiene un toque de esperanza muy fuerte de que se estén creando ambientes más seguros para los jóvenes y niños y que estas cosas no pasen a futuro', comentó en Chile Juan Carlos Hermosilla, abogado de las víctimas de Karadima.
Elegido hace cinco años para hacer cambios en una iglesia sacudida por los escándalos, el primer papa latinoamericano de la historia ha encarado en los últimos meses duras críticas tanto internas como externas para que tome medidas concretas contra la pedofilia y sus encubridores.
Por ello convocó para febrero del 2019 en el Vaticano a todos los presidentes de las 112 conferencias episcopales, una cita clave para recuperar su credibilidad ante ese fenómeno.
La Iglesia católica ha sido sacudida durante los últimos 25 años por numerosos escándalos de pedofilia en varios países, desde Estados Unidos pasando por Irlanda y Australia.
Esta semana la Iglesia católica alemana se disculpó oficialmente tras la publicación de un informe que revela agresiones sexuales a más de 3.600 menores, cometidas durante décadas por miembros del clero.