Perú abrirá un museo para conservar y exhibir los restos descubiertos recientemente del más grande sacrifico masivo de niños en el mundo, ofrecidos en un ritual por un pueblo precolombino hace unos 550 años.
Hasta el momento han sido hallados los restos de 251 menores de entre 5 y 15 años cerca de un acantilado sobre el Pacífico, en una zona donde se expandió la civilización precolombina chimú entre los años 900 y 1450, hasta que fue absorbida por el imperio inca.
Arquitectos e ingenieros están elaborando el diseño del museo, 'que recibirá los restos que están en buenas condiciones y puedan ser trasladados' desde donde fueron descubiertos, dijo a la AFP José Ruiz, alcalde de Huanchaco, municipio costero vecino a la ciudad norteña de Trujillo, la tercera de Perú.
'Ahora podrán tener un lugar seguro, alejado de los saqueadores, para que puedan descansar', añadió Ruiz, indicando que 'además habrá un laboratorio para las investigaciones'.
Los restos de los niños y de unas 200 llamas fueron descubiertos inicialmente en la zona de Huanchaquito y más recientemente en la vecina Pampa La Cruz. Los pequeños estaban enterrados en forma vertical, uno al lado de otro, con vasija, una especie de pitos, textiles y comida.
Los niños fueron enterrados mirando el mar y los animales hacia el este, donde están los Andes.
El museo se levantará muy cerca del lugar del hallazgo y su construcción se iniciará en seis meses y tendrá un costo de casi dos millones de dólares, con el apoyo del Ministerio de Cultura, explicó Ruiz.
Corte en el esternón
A medida que avanzan los trabajos en Pampa La Cruz, una zona de viviendas de ladrillos, se siguen encontrando más restos óseos, indicó a la AFP el arqueólogo Gabriel Prieto, quien dirige las excavaciones.
En la primera semana de junio el investigador anunció el hallazgo de otros 56 menores en Pampa La Cruz, la mayoría en un sitio usado como basurero y refugio de perros vagos.
'Los niños fueron sacrificados con un corte en el esternón y muestran las costillas abiertas igual que en Huanchaquito', comentó este arqueólogo de la Universidad Nacional de Trujillo.
Las excavaciones están centradas en una zanja de 300 metros de largo, cerca de las viviendas.
'Yo vivo aquí hace como diez años y cuando construimos la casa nunca encontramos nada', contó María Guardamino, una vecina del lugar.
'Los hallazgos confirman que tenemos el sacrificio de niños más grande del mundo', aseguró Prieto.
En Huanchaquito, cerca de Pampa La Cruz, se descubrieron inicialmente los restos de 140 niños y 200 llamas ofrecidos en un ritual.
Pruebas con radiocarbono a sogas y textiles fecharon los objetos hallados en las tumbas entre los años 1400 y 1450, cuando comenzó a declinar el reino chimú por la expansión del imperio inca, que luego lo sometió.
Reescribir la historia
'Pampa La Cruz fue un cementerio exclusivamente para los niños sacrificados, por lo que tenemos trabajos de rescate y de investigación para los próximos seis años', explicó Prieto.
Sin embargo, en la zona hay viviendas de más de 20 años de antigüedad, lo que dificulta que sigan las excavaciones arqueológicas.