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El inventor danés Peter Madsen fue condenado el miércoles a cadena perpetua por el asesinato, precedido de abusos sexuales, de la joven periodista sueca Kim Wall en su submarino privado en agosto de 2017, cerca de Copenhague. 

El ingeniero autodidacta, de 47 años, fue declarado culpable por un jurado del tribunal de Copenhague del asesinato con premeditación de Kim Wall, de 30 años, así como de haber abusado sexualmente de ella y de haber descuartizado su cuerpo antes de tirarlo al mal. 

El condenado asegura que se trató de un accidente y anunció que recurrirá el fallo, que escuchó de pie, antes de sentarse junto a su abogado, visiblemente afectado, según una periodista de la AFP en el lugar. 

El caso, único en los anales judiciales de Dinamarca, donde Peter Madsen se convirtió en el 15º condenado a cadena perpetua en la última década, causó un fuerte revuelo mediático en el reino. Un centenar de periodistas daneses y extranjeros se congregaron el miércoles en Copenhague para escuchar el veredicto. 

Pese a la batalla de expertos, la falta de pruebas tangibles y el avanzado estado de descomposición del cuerpo de Kim Wall, que no ayudó a determinar las causas de su muerte, la juez y los dos jurados atendieron el pedido de la fiscalía, considerando que los elementos contra el acusado bastaban para establecer su culpabilidad. 

'El tribunal establece que el cuerpo de la víctima presentaba signos de traumatismo, ocurrido cuando estaba viva, y lesiones infligidas en el momento de su muerte o poco tiempo después', declaró la juez. 

'El crimen perfecto'

El tribunal falló que hubo premeditación, basándose en que Peter Madsen había llevado a su submarino una una gran cantidad de objetos innecesarios en un submarino como una sierra, cintas de plástico y un desatornillador eléctrico muy afilado. 

Peter Madsen, subraya el juicio, invitó a varias mujeres a subir solas a su submarino antes del 10 de agosto, pero ellas rechazaron hacerlo, y que estaba obsesionado con películas en las que aparecen mujeres empaladas, ahorcadas o decapitadas.

La decisión del jurado llegó tras 11 días de audiencia que revelaron detalles sobre las fantasías sexuales del acusado Peter Madsen con mujeres torturadas y decapitadas. 

Madsen admitió que desmembró el cadáver de la periodista Kim Wall y que lanzó sus restos al agua, un crimen pasible de seis años de cárcel, pero negó haberla matado. 

Pero para el fiscal Jakob Buch-Jepsen, Madsen mató a Wall como parte de una fantasía sexual macabra e intentó 'crear el crimen perfecto'. 

'Perverso polimorfo'

Madsen fue descrito por psiquiatras como un 'perverso polimorfo' con 'características psicopáticas' que presenta además un 'riesgo elevado' de reincidencia. En su país era conocido por sus ambiciosos proyectos para fabricar cohetes y por ser un aficionado de los viajes al espacio. 

Durante el proceso se describió a sí mismo como 'un psicópata, pero uno cariñoso'. 

Un testigo convocado por la defensa, le dijo a la corte que el acusado era 'un hombre amable, empático y apasionado que siempre estaba dispuesto a escuchar'. 

Pero en su alegato final el fiscal urgió al tribunal a usar el 'sentido común' y a condenar a Madsen por homicidio premeditado. 

Madsen 'es una mentira de la A a la Z'. 

'Ha quedado demostrado por las evaluaciones psiquiátricas que dicen que el acusado es un mentiroso patológico' y 'un peligro para el resto'. 

'Él lo volvería a hacer', concluyó el informe psiquiátrico. 

Los restos del cuerpo desmembrado de Wall fueron recuperados de las aguas en las semanas siguientes a su muerte. 

La autopsia determinó que probablemente murió asfixiada o debido a un corte en la cargante después de haber sido abusada sexualmente, pero no pudo establecer la causa definitiva de su fallecimiento.  

La víctima presentaba 14 heridas en la zona de los órganos genitales que, según el fiscal, prueban la naturaleza sexual del crimen.

Madsen cambió su versión tres veces. Después de afirmar que Kim desembarcó el día 10 en Copenhague, dijo a los investigadores que había muerto accidentalmente al golpearse la cabeza con la escotilla. 

Negado por la autopsia tras la exploración de la cabeza en octubre, explicó que había sucumbido a los gases tóxicos liberados durante una despresurización repentina en el habitáculo, una versión que defendió en su proceso.