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Carlos Alvarado Quesada es un apasionado de la literatura –con tres novelas publicadas– y un músico que gusta del rock, que logró mantener en el poder a la centro-izquierda en Costa Rica con su victoria en el balotaje presidencial del domingo.

Alvarado comenzó a contactar a otras fuerzas legislativas en busca de formar un gobierno de unidad nacional que le permita enfrentar los grandes desafíos en materia económica y de infraestructura.

Aunque es evidente su veta artística, con escritores como Ernest Hemingway y la banda Pink Floyd entre sus favoritos, Alvarado se convirtió en figura pública en Costa Rica por su actividad política y su militancia en el oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda), que lo postuló a la presidencia.

Alvarado, un periodista y politólogo de 38 años, venció al también periodista Fabricio Alvarado (sin parentesco), exdiputado y predicador evangélico de 43 años, del partido conservador Restauración Nacional, tras una campaña muy polarizada en torno al tema del matrimonio homosexual. Apuntó que la votación recibida, con más de 60% de los votos, le da fuerza para negociar alianzas con otras agrupaciones a pesar de que el PAC tendrá solo 10 diputados de los 57 que integran la Asamblea Legislativa.

De hablar pausado y voz grave el mandatario electo se caracterizó en la campaña por un mensaje de unificación del país, aglutinando fuerzas de otras agrupaciones políticas, que reiteró el domingo en su discurso de victoria.

'Esta elección nos ha confrontado con un espejo como país. En ese espejo hemos visto un país diverso, que tiene diferentes puntos de vista, que tiene desigualdades (...) Debemos darnos a la tarea de unir al país', dijo, en medio de la celebración.

Carlos Alvarado se casó con su novia del colegio, Claudia Dobles, con quien tiene un hijo, Gabriel.

Estudió periodismo en la Universidad de Costa Rica (UCR) y ejerció su profesión en la publicación universitaria y el semanario Ojo.

Fue en la época universitaria que tuvo su principal experiencia en la música como cantante de la banda de rock progresivo Dramátika.

Decidió dejar el periodismo cuando entrevistó a una señora en un barrio pobre cuyo hijo –con problemas psicológicos– había sido asesinado, según contó Alvarado en una entrevista con la red de televisión Teletica.