Compartir:

Rubén Valera Cornejo es un médico anestesiólogo que es acusado por feminicidio, tras la muerte de su esposa, Yubitza Llerena de Mendiburu, quien habría fallecido a causa de un extremo juego sexual, la madrugada del pasado 4 de noviembre.

De acuerdo con el testimonio del señalado, él y su esposa volvieron a casa, en Arequipa (Perú), luego de haber pasado la noche en una fiesta. En estado embriaguez, tuvieron relaciones sexuales y luego se durmieron, pero –relató– que la situación empezó a tomar otro color cuando él despertó en la madrugada y, al tocarla, sintió frío el cuerpo de su compañera.

'No recuerdo cuántos objetos sexuales teníamos. Tampoco recuerdo las características del objeto sexual que le introduje. Recuerdo que me desperté de madrugada, le toqué el hombro y la sentí fría. Me asusté, pensé que le había pasado algo', señaló Valera Cornejo, según los registros policiales publicados por el programa Panorama.

La víctima, que presentaba sangrado en sus partes íntimas, fue trasladada a un centro de salud, donde los médicos confirmaron que ingresó sin signos vitales.

No obstante, el relato del médico no convenció a la Policía. Javier Arana, jefe de la División Nacional de Crímenes, aseguró que el cuerpo sin vida 'presentaba sangre por todas partes' y que esto 'no correspondía a un sangrado menstrual'.

Asimismo, la autopsia reveló que Llerena de Mendiburu murió a causa de un shock hipovolémico y de una hemorragia externa masiva.

Durante las pesquisas, las autoridades examinaron la habitación donde la pareja pasó la última noche y encontraron diferentes juguetes sexuales, pero también un mortero de guerra de unos 33 centímetros de largo y seis de diámetro.

Pese a que el acusado negara en sus declaraciones haber usado dicha arma en el acto sexual y afirmara que esta pertenecía a su padre, los estudios forenses determinaron que sí se utilizó un objeto de mayor tamaño al de un juguete erótico, y que el mortero tenía rastros de sangre de la mujer.

En el lugar de los hechos también hallaron ampollas de anestesia, lo que podría ser algo normal por la profesión de Valera Cornejo. Sin embargo, entre las hipótesis que manejan los investigadores está que el acusado habría inyectado esta sustancia a su esposa para mitigarle el dolor durante los extremados juegos sexuales.

El hombre deberá responder por feminicidio y tenencia ilegal de armas. También tiene prohibido salir del país. La Policía remitió el caso al Ministerio Público, haciendo la petición de darle al acusado prisión preventiva.