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El presidente de Estados Unidos Donald Trump pareció congratular a su par de China Xi Jinping por tener la posibilidad de extender ilimitadamente su mandato.

En una descontraída participación en un evento de recolección de fondos en el estado de Florida se refirió en tono bromista a los planes de Xi, según el audio de ese evento a puerta cerrada divulgado por la cadena CNN.

'Ahora es presidente de por vida', dijo Trump, de 71 años, suscitando risas entre los donantes republicanos presentes. 'Y miren, pudo hacerlo. Pienso que es fenomenal', comentó.

Se ganó más risas, cuando dijo en tono de broma: 'Quizás tendríamos que intentar eso algún día'.

Aunque los comentarios fueron de tono jocoso, desataron una ola de reprobación en la red social Twitter porque muchos se lo tomaron en serio y lo interpretaron como una señal de que Trump podría tener ese mismo plan.

Haya sido en broma o no, 'eso fue el sentimiento más antiestadounidense expresado por un presidente estadounidense', dijo el congresista demócrata Ro Khanna.

'George Washington se debe estar revolviendo en su tumba', comentó.

Desde hoy el Parlamento de China debatirá otorgarle a Xi, en el poder desde 2013, la posibilidad de mantenerse en el cargo todo el tiempo que quiera. Ese proyecto genera inevitables comparaciones con el fundador del régimen comunista, Mao Tse Tung, hombre fuerte de China desde 1949 hasta su muerte en 1976.

Bromeó con periodistas

De igual forma, Trump intercambió bromas con el cuerpo de periodistas que cubre la Casa Blanca, durante la cena anual Gridiron Club, en Washington, con políticos y representantes de medios, a los que suele dedicar sus críticas.

Durante la cena de uno de los más prestigiosos clubes de la prensa estadounidense, el mandatario dio rienda suelta a comentarios sobre temas como Corea del Norte y su equipo en la Casa Blanca.

En un tono jovial, Trump dijo que no descartaba un diálogo directo con Kim Jong-Un, aunque advirtió que el líder norcoreano podría enfrentar 'el riesgo de tratar con un loco'.

Ante una audiencia que calificó de 'gente de calidad', el presidente destacó 'otra semana tranquila en la Casa Blanca', no obstante la renuncia de Hope Hicks –una de sus más cercanas colaboradoras– al cargo de directora de Comunicaciones de la Casa Blanca.