Al menos 14 civiles murieron en nuevos bombardeos aéreos del régimen contra el enclave rebelde de Guta Oriental, donde el presidente sirio Bashar al Asad se declaró determinado a continuar su ofensiva contra los insurgentes, informó el lunes la oenegé OSDH.
Los bombardeos alcanzaron durante la noche y la madrugada del lunes varias localidad de Guta Oriental, matando a 10 personas solo en Hamuriye, donde fueron lanzados barriles de explosivos, precisó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Con estas nuevas víctimas asciende a 709 el número de civiles muertos desde el 18 de febrero, fecha en que el régimen sirio inició una campaña aérea de una intensidad inhabitual contra el enclave rebelde, según el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
'Hubo el lunes por la mañana bombardeos aéreos y disparos de cohetes contra varios sectores de Guta', último bastión de los insurgentes a las puertas de Damasco, informó Abdel Rahman.
La campaña aérea lanzadas el 18 de febrero fue el preludio de una ofensiva terrestre iniciada por el régimen para reconquistar Guta Oriental. Sus fuerzas ya retomaron el control de más de un cuarto del enclave rebelde, con una extensión de unos cien kilómetros cuadrados, según el OSDH.
'La operación debe continuar', aseguró el domingo Bashar al Asad.
Los habitantes de Guta Oriental deben recibir el lunes un convoy de ayuda humanitaria, el primero desde esta escalada de violencia.
Este comprende '46 camiones que transportan ayuda médica y alimentos para 27.500 personas', anunció la ONU.
Asediados desde 2013, los cerca de 400.000 habitantes de Guta Oriental sufren una grave penuria de alimentos y medicamentos.