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Un hombre de 39 años murió en Holanda durante un castillo de fuegos artificiales con motivo del fin de año, anunció la policía holandesa, lo que reabrió el debate sobre la peligrosidad de esta tradición típica del país en los días previos a Nochevieja.

'Un hombre perdió la vida en un incidente con fuegos artificiales', declaró la policía de la provincia de Flevoland (centro) en su cuenta de Twitter el sábado por la tarde, sin aportar datos sobre la identidad de la víctima.

El fallecido era un hombre de '39 años del municipio de Swifterband', añadió la policía.

Se interrogó a los testigos para determinar las condiciones del accidente, después de que los medios holandeses informaran que dos niños, sanos y salvos, habían presenciado los hechos, ocurridos en el pueblo de Swifterband antes de ser atendidos por los servicios de socorro.

Como cada año, los disparos de fuegos artificiales son frecuentes desde el viernes en las localidades de todo el país y en La Haya resuenan de forma continua en la víspera de la Nochevieja.

Millones de holandeses suelen encender fuegos artificiales antes de la noche del 31 de diciembre y cientos de personas resultan heridas cada año, cuando no mueren, por lo que el debate acerca del riesgo que entraña esta costumbre renace cada año.

Se trata del segundo accidente mortal en cuatro años, indicó la televisión pública holandesa NOS.

Desde que en el año 2000 explotara un almacén de fuegos artificiales en un barrio residencial de Enschede (este), en el que murieron 22 personas, la venta de fuegos de artificio en Holanda está restringida al 29, 30 y 31 de diciembre.