El personaje del cómic Condorito, creado por el artista chileno Pepo y muy popular en Latinoamérica, estuvo 'presente' durante el debate que se celebra hoy en el Congreso de Perú sobre la moción para destituir al presidente Pedro Pablo Kuczynski.
El pajarraco fue mencionado en el hemiciclo peruano durante el alegato de defensa realizado al inicio de la sesión por el abogado de Kuczynski, Alberto Borea, para persuadir a los congresistas de votar contra la destitución del mandatario.
Tras haber citado en un sesudo discurso a intelectuales como Montesquieu y a filósofos como Aristóteles, Borea culminó su alocución con una referencia más popular, al nombrar a Condorito.
Lo hizo para enfatizar las contradicciones en las que cayó el congresista fujimorista Daniel Salaverry cuando 'dijo que en este grupo no es normal cobrar dinero de la corrupción'.
''Plop', como dice Condorito', sentenció Borea, para recordar que el fujimorismo compró congresistas de la oposición cuando el encarcelado expresidente Alberto Fujimori gobernaba el país, entre 1990 y 2000.
La entrada en escena de Condorito no gustó entre los congresistas a favor de la destitución, como la ex procuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma, quien, en un rezago de las enemistades entre Perú y Chile, que ha sido muy criticado en su país, recordó que el personaje animado 'es chileno'.
'Lo único que hizo fue invocar a Condorito, y Condorito, señores, es chileno, ¡es chileno! Entonces... ¿dónde está el nacionalismo?', se preguntó Vilcatoma, congresista independiente tras haber renunciado a la bancada fujimorista.
La intención de la parlamentaria era enfatizar que Kuczynski tenía al empresario chileno Gerardo Sepúlveda como administrador de su consultora Westfield Capital en el momento que esa empresa cobró más de 782.000 dólares por asesorías a la constructora brasileña Odebrecht.
Los pagos se realizaron entre 2004 y 2007, cuando Kuczynski era ministro en el Gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), lo que motivó la moción para destituirlo al considerar la oposición que el presidente había intentado ocultarlos cuando negó anteriormente haber tenido relaciones con Odebrecht.
Odebrecht es protagonista del mayor escándalo de corrupción en Latinoamérica, que en el caso de Perú pagó millonarios sobornos entre 2005 y 2014 para adjudicarse grandes contratos en obras públicas, además de financiar las campañas electorales de los principales candidatos.