El pasado 10 de diciembre el mundo conmemoró el 69 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Junto con de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclamada por la revolución francesa de 1789, es el documento más importante, después de la segunda guerra mundial, en la lucha de la sociedad para proteger, promover y defender los derechos humanos en el mundo.
En las casi 7 décadas de su existencia, el trabajo ha sido arduo para hacer realidad la lista de derechos y libertades reflejados en la declaración. En este campo de los DD.HH se ha avanzado mucho y el panorama es muy diferente si analizamos el camino recorrido. Pero, hace falta mucho. No todos los países la ponen en práctica en sus territorios. La violación de estos derechos y libertades se ven violentadas después de la segunda posguerra. Conflictos locales, trata de humanos, discriminación de la mujer y los niños, son algunos de los aspectos más destacados en la Declaración, que no se cumplen hoy día.
ENTRE RUANDA Y ROHINYA
Todas las guerras locales en África, Asia y América Latina violan los puntos de la Declaración. El genocidio perpetrado en Ruanda es solo una muestra de cómo se violan los derechos y libertades de seres humanos por pertenecer a un determinado grupo étnico. La matanza en ese país del sur de África segó la vida de 800 mil personas en tan solo 100 días. En la actualidad se está produciendo el mayor desplazamiento de refugiados en el mundo: el grupo étnico Rohinya se ha visto obligado a abandonar sus tierras ancestrales en Myanmar por el solo hecho de ser musulmanes y no pertenecer a la raza gobernante en ese país. Según la ACNUR, la cifra que se maneja de refugiados se acerca al millón de personas.
Otro conflicto armado que echa por tierra todo lo establecido en la Declaración es la guerra civil en Yemen. La lucha entre dos facciones musulmanas tiene en la mitad del conflicto bélico a la población civil a la que no se le respeta el derecho más fundamental, el de la vida. En América Latina, durante los conflictos internos armados en Centroamérica y en Colombia, se batieron récords de violaciones de las libertades y Derechos Humanos.
GUERRAS Y ALGO MÁS
Las guerras son los acontecimientos que más violentan la integridad física y moral de los niños en el mundo. Según la Organización Internacional Health and Human Rigths, 'más de 5.000 niños diariamente, en algún lugar del mundo están siendo parte de los conflictos armados'. Y no solo son utilizados como herramienta militar sino que tanto niños como niñas son obligados a ser objetos sexuales de los mayores violando, de esta manera, los derechos fundamentales de los menores.
La situación de la protección de los derechos de la mujer en el mundo se enfrenta a retos bastante complicados. Los derechos fundamentales de la mitad de la humanidad son violados a diario y en todos los continentes, ya sea por su compañero o pareja, por algún familiar, en su lugar de trabajo o las bandas traficantes de seres humanos. Según Amnistía Internacional, 'la violencia contra las mujeres y niñas en todas sus formas –violencia sexual, maltrato, mutilación genital, muertes violentas, acoso en redes sociales– es la violación de derechos humanos más intensa y transversal, está en todos los países, culturas y clases sociales'.
PADRE FRANCISCO
El Santo Padre Francisco, en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, 2014, dijo lo siguiente: 'Pienso también en otros dramas como en la devastación de los recursos naturales y en la contaminación, en la tragedia de la explotación laboral, pienso en el blanqueo ilícito del dinero así como la especulación financiera, que a menudo asume rasgos perjudiciales y demoledores para enteros sistemas económicos y sociales, exponiendo a la pobreza a millones de hombres y mujeres; pienso en la prostitución que cada día cosecha víctimas inocentes, sobre todo entre los más jóvenes, robándoles el futuro; pienso en la abominable trata de seres humanos, en los delitos y abusos contra los menores, en la esclavitud que todavía difunde su horror en muchas partes del mundo, en la tragedia frecuentemente desatendida de los emigrantes con los que se especula indignamente en la ilegalidad'. En su última homilía en Cartagena de Indias el Sumo Pontífice concluye que 'para esto debemos estar preparados, y sólidamente asentados en principios de justicia que en nada disminuyen la caridad. No es posible convivir en paz sin hacer nada con aquello que corrompe la vida y atenta contra ella'.
SEXO Y TECNOLOGÍA
La trata de mujeres y la esclavitud sexual se ha convertido en un fenómeno mundial que compite en dividendos con el narcotráfico. Esta actividad incluye mujeres adultas, adolescentes, y, últimamente, niñas de 8-10 años de edad. Si hablamos de los derechos sociales y económicos, no es nada alentadora la situación sobre todo en el campo laboral. La constante penetración de la tecnología en los puestos de trabajo ha aumentado considerablemente el desempleo en todo el mundo.