El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el jueves en Pekín haber suscrito numerosos acuerdos comerciales por más de 250.000 millones de dólares, que pueden ayudar a reequilibrar el comercio entre China y Estados Unidos, aunque su concreción sea incierta.
Estos acuerdos, firmados durante la primera visita de Trump a China, fueron anunciados con gran pompa durante una cumbre con su homólogo chino Xi Jinping, en el Palacio del Pueblo.
Los sectores implicados son los de energía, aeronáutica, agroalimentario o electrónica. El importe total (253.400 millones de dólares) es excepcional, y entre los grandes beneficiarios figuran los gigantes estadounidenses Boeing, DowDuPont, Caterpillar o Qualcomm.
Muy sonriente, Trump –que durante su campaña presidencial convirtió los superávits comerciales chinos en su gran chivo expiatorio– afirmó que 'no reprocha nada' a Pekín. 'Yo no le reprocho nada a China. Después de todo, ¿quién puede reprocharle a un país que se aproveche de otro por el bien de sus ciudadanos?', afirmó.