Las dos últimas semanas han estado plagadas de declaraciones rimbombantes por parte de los líderes de Corea del Norte, Kim Jong-un, y de los Estados Unidos, Donald Trump. Estas declaraciones han escandalizado al mundo por el peligro que representa el armamento nuclear de los EEUU, y el posible poderío letal de las armas de Pyongyang. Durante el gobierno del presidente Obama, Washington ha pasado, de la prudencia, al vocabulario incendiario y poco inteligente del dictador norcoreano. Y esto ha sido posible gracias a las personalidades peculiares de ambos gobernantes, amantes del protagonismo y el show mediático.
Miremos lo que está pensando Kim Jong-un: desde Pyongyang se ve la incómoda presencia de Estados Unidos en Corea del Sur: bases militares, al igual que en Japón, Filipinas y Guam; tratados de ayuda recíproca militar con varios países de la zona, sobre todo con Seúl y con Tokio; embargos ordenados por la ONU. Además, provocaciones con ejercicios militares en aguas cercanas a las territoriales de Corea del Norte.
Todo lo anterior, encaminado a una invasión militar de gran tamaño con el propósito de destruir el régimen autocrático y totalitario de Kim Jong-un. La única solución, según Norcorea, es la defensa con armas nucleares, producto de un programa para la consecución de las mismas a corto plazo. Esta política armamentista está acompañada de ataques mediáticos de la supuesta preparación de Corea del Norte para ataques selectivos con misiles a aguas cercanas a la isla de Guam, territorio estadounidense en el Pacifico. Con este plan mediático, se quiere tener al mundo en vilo con la intención de que el presidente Trump se abstenga de llevar a cabo acciones militares contra su enemigo asiático. De esta manera, Kim Jong-un quiere salvar su gobierno y su sistema; además, tener armas nucleares, si fuese necesario: ¡un arma de negociación potentísima!
LA VISIÓN ESTADOUNIDENSE
Como se observa desde Washington: Corea del Norte es un país dominado por un líder autoritario y totalitario que viola los Derechos Humanos aceptados por la comunidad internacional. Es un peligro para la humanidad por sus constantes intentos de adquirir armas nucleares que amenazan al mundo. Corea del Norte ha realizado ensayos con misiles balísticos capaces de llevar ojivas nucleares que pueden alcanzar territorio de aliados de EEUU en la región e, incluso, a territorio norteamericano, tal la isla de Guam.
En este ambiente caldeado por dos enfoques opuestos sobre el estado de cosas en la península de Corea, las declaraciones de ambos líderes atizan el fuego militarista con un riesgo evidente de guerra nuclear. ¿Habrá guerra entre estos dos países? Expertos piensan que es remota la posibilidad; pero, ¡existe! El show mediático le conviene a las dos partes en conflicto. Por un lado, Kim Jong-un lucha por alcanzar protagonismo en las primeras páginas de la prensa mundial y así evitar ataques de los EEUU. La estrategia es también interna, pues afianza su poder unipersonal y lo muestra como el héroe capaz de arrodillar a la primera potencia militar del planeta.
TODOS TRAS EL MUNDO MEDIÁTICO
Por otro lado, este mismo show mediático le viene como anillo al dedo a Trump, un mandatario que ha dado muestras de ser sensible ante las luces de los medios periodísticos. La idea, en el fondo, es apuntalar la maltrecha economía norteamericana moviendo el mercado de armas en esta región. La defensa que EEUU le ofrece a Corea del Sur se llama Terminal de Defensa de Área a gran Altura (THAAD, por sus siglas en inglés) que tiene un costo astronómico. Ya Japón está en una etapa crucial que tiene el objetivo de cambiar su constitución y lograr, de esta manera, la utilización de sus fuerzas armadas en el exterior.
Tanto Donald Trump necesita de Kim Jong-un para sus necesidades económicas y políticas como Kim Jong-un de Donald Trump para sus necesidades políticas. Resumen: sostener el régimen dinástico establecido allí después de la Segunda Guerra Mundial.
PRUDENCIA
¿Y qué papel juega China en todo esto? Beijing quiere ocupar la posición de potencia regional y espera que los ánimos se exacerben al máximo entre Corea del Norte y EEUU. Luego, entrar a mediar y resolver el conflicto internacional. China desea ser reconocida como garante de la estabilidad en el lejano oriente y juega todo con esa carta. Ello explicaría su prudencia frente a las declaraciones destempladas de los gobernantes de Corea del Norte y de Estados Unidos.
Trump vs. Kim
Un grupo de especialistas de la Universidad de Harvard, dirigido por el conocido John D. Gartner, analizó el perfil psicológico de Trump, dice el diario mexicano El Excélsior. En sus conclusiones, el grupo afirma que Trump es 'peligroso, mentalmente enfermo y temperamentalmente incapaz de ser presidente'. El profesor de la Escuela de Medicina John Hopkins, indicó que 'el magnate republicano también padece narcisismo maligno, que se caracteriza por una acentuada debilidad de los sentimientos sociales resultante de la ignorancia de las normas éticas habituales, de las exageradas tendencias instintivas antisociales, de la incapacidad de comprensión de las obligaciones morales'. En cuanto a Kim Jong-un se sabe muy poco, a tal punto que no se conoce cuándo y dónde nació. Se supone que tiene entre 30 y 32 años. Por las pocas salidas en público se ve que es un líder decidido y no se detiene ante nada para conseguir lo que se propone, tal como la demostrado mediante diversas formas. El asesinato de su hermano, Kim Jong Nam, es achacado a Pyongyang, según los opositores al régimen norcoreano. Sus tendencias psicópatas se reflejan en las limpiezas políticas dentro del partido de los trabajadores de Corea, el gobierno y las Fuerzas Militares.